El vocero del Arzobispado potosino, Juan Jesús Priego, reprobó totalmente los festejos del 31 de octubre, 1 y 2 de noviembre en los que se celebra a los difuntos por ser un culto a la muerte. Según dijo, dichos festejos nacieron de grupos delictivos que estaban en riesgo de morir, por lo que, aseguró, es un culto engañoso y mentiroso que tiende en lo diabólico.

“Por favor, también déjense de ese tipo de cultos, están ligados al crimen, están ligados a la delincuencia, tenemos maneras tan elevadas de dar culto a Dios que no necesitamos de esos cultos que rayan en lo satánico, en lo diabólico”, agregó.

Explicó que los festejos de Halloween y Día de Muertos en México son una confusión de la fe, ya que “se habla de muerte cuando ya no hay vida”; es decir, los órganos vitales ya no funcionan, por lo que la muerte es un estado y no una entidad, y puntualizó que el único que puede “quitar la vida” es Dios.

En México, el Día de Muertos es una tradición que proviene de la época prehispánica en la que el fin principal es recordar a los seres queridos que se adelantaron en la partida de este mundo, festividad que es catalogada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) desde 2008.

etp

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