En el marco del luto nacional por las víctimas halladas en los campos de exterminio de Teuchitlán, Jalisco, San Luis Potosí no se quedó callado.
La Plaza de Armas del Centro Histórico de la capital potosina se llenó de testimonios y lágrimas ya que frente al Palacio de Gobierno, madres buscadoras y ciudadanos solidarios se reunieron para exigir justicia en un país donde la ausencia se ha vuelto cotidiana.
"¡Señor, señora, no sea indiferente, se llevan a los hijos en la cara de la gente!", resonó entre las paredes del Centro Histórico.
En el suelo, una hilera de tenis representaba las vidas arrebatadas; carteles con rostros desaparecidos recordaban las ausencias y veladoras encendidas simbolizaban la esperanza que se niega a apagarse.
"No sé qué haría si fuera mi hijo" A la protesta no solo asistieron madres que han dedicado años a buscar a sus hijos en fosas clandestinas, hospitales y morgues, también estuvieron presentes mujeres que, sin haber perdido a un familiar, sintieron el dolor como propio.
"Soy madre y no sé qué haría si me pasara esto", confesó una mamá.

Unidos en oración, unidos en dolor
La protesta también tuvo un momento de recogimiento. De la mano, decenas de personas formaron un círculo en el centro de la plaza y elevaron una oración.
"Danos fuerza para seguir, danos respuestas para encontrar", dijo una mujer con la voz quebrada. Las lágrimas rodaban, pero el silencio de respeto lo decía todo.
Así mismo dentro de la protesta, se destacó que las madres buscadoras de San Luis Potosí, al igual que en otros estados, han aprendido a escarbar la tierra con sus propias manos, a identificar restos, a leer expedientes que el gobierno archiva en el olvido.
“Esto no se acaba hasta que los encontremos”, dijo una de ellas con la mirada fija en las velas que titilaban con el viento.

Finalmente parte del colectivo Voz y Dignidad por los Nuestros repartieron a los asistentes veladoras para que pudieran encenderlas y acompañar a todas las familias que siguen en búsqueda de algún familiar.
Así mismo mencionaron que la siguiente reunión se realizará el día 10 de mayo ya que no es un día para festejar sino para reflexionar cuántos madres están desaparecidas y cuántas más están pasando una penumbra de dolor por no encontrar a sus hijas e hijos.