A partir del lunes 30 de agosto, cientos de niños de San Luis Potosí regresarán a clases luego de que el gobierno federal determinara que la educación es una actividad esencial.

Pese a que este regreso es voluntario, para varias familias de potosinos y potosinas el mandar a sus hijos a la escuela, más que una decisión voluntaria, es una necesidad debido a que también retornaron de manera física a sus trabajos y consideran que a los menores les ha afectado el encierro.

“Mamá, soñé que era adulto y me dejaban entrar a todos lados”, a Imelda estas palabras, dichas por su hijo de cinco años, le crearon un nudo en la garganta, pues desde el inicio de la contingencia sanitaria el menor no ha convivido con más niños de su edad, solamente con su núcleo familiar y abuelos.

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Para ella la salud mental de su hijo es fundamental y pese a que tiene miedo del retorno a clases, la ilusión del niño es lo que la llevó a tomar la decisión de mandarlo a la escuela, además de que en casa todos trabajan y el lidiar con las clases virtuales ha sido un reto.

“El regreso a clases es algo complicado para quienes somos madres de familia; por una parte, vemos cómo los niños se encuentran hartos del encierro y de ser rechazados en todos lados, la falta de convivencia y de clases presenciales a muchos los tiene en depresión.

“Es importante y urgente un regreso a las aulas; sin embargo, es lamentable que hoy muchas escuelas no estén preparadas para el regreso, eso sólo crea en nosotros (padres de familia) incertidumbre y temor”, comentó.

Para evitar que en su casa haya un contagio, la mujer buscó un kínder donde los protocolos para evitar infecciones se siguieran de la mejor manera. Cuando lo encontró, cambió a su hijo a esa institución, pues ahí sólo aceptarán 11 alumnos por salón, aulas que normalmente son para 30 estudiantes y que además cuentan con ventilación.

Para María, madre de una menor que cursará segundo de primaria y un adolescente de secundaria, “no hay de otra”, pues tanto ella como su esposo regresaron a la oficina desde junio, por lo que para el ciclo escolar 2021-2022 si sus hijos no regresan a clases presenciales, difícilmente podrían ser atendidos en el aprendizaje y el apoyo en los ejercicios que se dejan durante las transmisiones del programa Aprende en Casa. “No habría quién se encargue de ellos”, señaló.

Indicó que en ocasiones considera que sus hijos podrían enfermar y le preocupa la condición de su mamá, quien iría a buscar a su hija menor, además de que a una semana del retorno a las aulas no le han dicho cómo se llevarán a cabo los protocolos y cómo se distribuirán los horarios y los días en los que sus dos menores irán a sus respectivas escuelas.

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“Yo no veo muy claro que tengan pensada una estrategia para volver a clases, al menos en la secundaria y en la primaria, porque siento que en otros lados, sobre todo en los colegios, ya se está atendiendo el protocolo, en horario diferenciado y acá no he visto esa información.

“Además porque en la escuela primaria les robaron los cables de luz, creo que en el día no es tan necesario, pero en la noche sí porque hay un turno vespertino en esa escuela”, destacó.

Al respecto, el secretario de Educación del estado, Joel Ramírez, indicó que cada institución tiene hasta el 27 de agosto para determinar las acciones para el retorno a las aulas, protocolos que deberán estar regidos a lo que marca la guía de la Secretaría de Educación Pública, adaptados a las necesidades de cada centro educativo.

etp

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