Tras la difusión de la fuga de internos de una clínica de rehabilitación en el municipio soledense, el vocero del arzobispado de San Luis Potosí, Tomás Cruz Rosales hizo el llamado a las autoridades a que se regule la operación de los llamados “anexos” que presuntamente son espacios para el tratamiento de adicciones.
El párroco reconoció que estos sitios en ocasiones operan como “cárceles” con fama de que existen malos tratos y demás violaciones a los derechos humanos de las personas a quienes atienden.
Al respecto del caso que se reveló este día en donde más de una decena de personas aparentemente huyen de un anexo en Soledad de Graciano Sánchez, comentó “se ha escuchado mucho de los abusos que se llegan a dar en los anexos, no sé si sea el caso y que hayan huido sea la consecuencia, ciertamente si han ingresado a un anexo son literalmente prisiones con puertas de herrería y todo”.
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Dijo además que es urgente la revisión de estos centros y de la forma en que se están conduciendo, puesto que aparentemente operan de forma deliberada.
Detalló que lo más común y que se puede ver en la ciudad son casas-habitación habilitadas como “anexos” donde es evidente que no hay las condiciones adecuadas para quienes están atendiendo, y reitero que se sabe de abusos y retención forzosa en su interior, además de violencia física y psicológica en contra de las personas a quienes supuestamente ayudan.
Finalmente indicó que pareciera que cada director o propietario de estos centros “hace lo que se les ocurre”, por lo que las autoridades tendrían que hacer una revisión profunda sobre estos espacios y que se atienda una regulación para que haya un respeto a los derechos de las personas y por tanto no haya casos en los que tengan la necesidad que “huir” de estos lugares.
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