Fabiola Hernández narró la difícil experiencia que enfrentó su hijo Joaquín Ezequiel en el Hospital General del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la avenida Zapata, donde aseguró que una negligencia del personal puso en riesgo su vida.
El menor ingresó el pasado 12 de mayo al área de urgencias por una neumonía complicada. Desde su ingreso, la familia advirtió que era alérgico a la ampicilina; sin embargo, durante su estancia recibió otros fármacos que también le provocaron reacciones adversas.
“Yo le mostré al médico que mi hijo ya tenía ronchas y lo único que me respondió fue que seguramente también era alérgico a ese medicamento”, explicó la madre.
De acuerdo con la mamá del menor el 14 de mayo Joaquín fue sometido a un procedimiento quirúrgico para drenar líquidos de su pulmón. La cirugía salió bien, pero el 16 de mayo, cuando los médicos ya consideraban darle el alta, ocurrió lo inesperado.
“Una enfermera le aplicó un medicamento intravenoso y él empezó a decir que le dolía la mano, que la sentía caliente. Mi esposo pidió que lo revisaran y la enfermera solo contestó que era una reacción normal”, relató.
Conforme pasaban los minutos, el dolor subía por el brazo y el niño comenzó a convulsionar repetidamente. “Convulsionó siete veces, mientras las enfermeras seguían sentadas, riéndose y viendo su celular. Ni siquiera notificaron al doctor lo que estaba ocurriendo”, denunció la madre.
Fue una pediatra que pasaba de manera circunstancial quien detectó la emergencia y confirmó que el niño había entrado en paro cardíaco.
El personal, según la mamá, no tenía insumos ni equipo a la mano, por lo que tuvieron que buscar material en otros pisos.
Tras una reanimación de emergencia, Joaquín fue intubado y trasladado a terapia intensiva. Los médicos advirtieron a la familia que la vida del menor estaba en riesgo. “Ese momento nos cambió la vida para siempre”, expresó.
La madre también criticó las carencias del hospital y exigió a las autoridades que se enfoquen en dotar de recursos al sistema de salud. “Hay enfermeras que aman su trabajo, pero también hay quienes solo cobran. Al gobernador le digo que lo urgente es invertir en hospitales, no en fiestas ni en puentes”, sentenció.
El niño salió de terapia intensiva pero quedó postrado en cama con traqueotomía y gastronomía y requiere oxígeno y terapias para recuperar su movilidad.
Te interesa: Este video muestra la belleza de San Luis Potosí desde las alturas
Los padres perdieron su trabajo ya que están cuidado a su hijo y no se les dió una incapacidad que les amparara no presentarse de forma regular.
El caso ha generado indignación entre familiares y otros padres que presenciaron los hechos, quienes señalaron la necesidad de fortalecer la capacitación y supervisión del personal médico para evitar que más familias enfrenten una situación similar.