Desde el inicio de la pandemia de Covid-19 en San Luis Potosí han fallecido por lo menos 14 sacerdotes, la mayoría de ellos eran ya adultos mayores, pero ante la crisis vocacional que representa que cada vez haya menos jóvenes interesados en ingresar al seminario y cada vez más fraccionamientos y colonias que requieren de una parroquia con su respectivo oficiante, es posible que se vaya a requerir solicitar a otras diócesis del país enviar clérigos para cubrir la demanda en la entidad.

Lo anterior lo dio a conocer el vocero del arzobispado de San Luis Potosí, Juan Jesús Priego Rivera, quien señaló que, por ejemplo, este año el seminario no va a ordenar a ningún sacerdote y si acaso sólo hay una decena de jóvenes aspirantes al sacerdocio “pero con los que somos y con los que estamos vamos a tratar de sacar el trabajo aunque cada vez sea más pesado, van a pasar varios años en que podamos recuperarnos de lo que el Covid nos quitó”.

Añadió: “lo bueno es que la iglesia católica tiene una gran riqueza y es el sentido de la solidaridad, por lo que cuando una diócesis se ve en la necesidad, otra diócesis le puede prestar sacerdotes”.

Asimismo, comentó que en el caso de la asistencia a los templos, cada vez se recupera más, puesto que cada vez hay más personas vacunadas contra el Covid-19, por lo que se animan a acudir a sus parroquias de nueva cuenta, además de ello se ha identificado que hay más fraccionamientos y zonas residenciales tanto en el poniente de la ciudad, pero sobre todo en la zona de Villa de Pozos en donde se requieren más parroquias y más capillas, por lo que sin duda en estos momentos es mayor la demanda de servicios religiosos que sacerdotes disponibles.

Estimó que otra posibilidad que no está tan alejada y que ya se hace en algunas parroquias ante la falta de sacerdotes es que tanto mujeres religiosas como laicos puedan de alguna brindar los servicios litúrgicos a sus comunidades y presidir las celebraciones de la palabra e incluso distribuir el sacramento de la comunión. Simplemente se debe de contar con un ministerio que es un aval que puede ser otorgado por un obispo y es un esquema que, dada la necesidad, se está aplicando ya comúnmente en países de Europa como España.

Por último, consideró que esta situación tiene que ver con las familias contemporáneas, con los matrimonios que contrario a lo que ellos vivieron, dejan de ir a misa, dejan de darle importancia a los sacramentos y dejan de educar a sus hijos en la fe y mientras esto suceda, será difícil que los más jóvenes puedan interesarse por la figura sacerdotal y repetir el mismo ciclo cuando le toca formar su familia, “entonces se ha convertido en un círculo vicioso”.

Google News

TEMAS RELACIONADOS