En un pequeño rincón de esperanza y resistencia en San Luis Potosí, tres valientes mujeres decidieron convertir el dolor en fuerza y la injusticia en arte.
Sahiye Cruz, María Villegas y Cristina Villegas integrantes del colectivo "Sobrevivientes Valientes", están transformando las vidas de mujeres y niñas que han enfrentado la violencia de género, el acoso y el feminicidio.
"Queremos que ninguna mujer se sienta sola ni callada. Aquí pueden expresar lo que sienten, lo que han sufrido y lo que les duele, sin miedo a ser juzgadas", explicó Sahiye Cruz, fotógrafa y una de las fundadoras del colectivo, en entrevista con El Universal de San Luis Potosí.
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El colectivo no solo se enfoca en escuchar y apoyar emocionalmente a las víctimas, sino también en brindar acceso a psicólogos a mujeres en situación económica vulnerable.
"Sabemos que muchas no pueden pagar terapia, pero la necesitan. Queremos que sepan que no están solas y que hay herramientas para salir adelante", señaló.
Además, el arte se ha convertido en una herramienta clave para alzar la voz. Sahiye creó la galería "El silencio no existe", donde, a través de fotografías, ilustra las historias de mujeres y niñas que han enfrentado la violencia.
"Cada imagen es una forma de romper el silencio, de mostrar lo que muchas vivimos y de visibilizar lo que a menudo se quiere ocultar", detalló.
Pero su trabajo no termina ahí. En su casa, el colectivo ha habilitado una fachada especial donde mujeres pueden rayar y escribir mensajes sobre sus experiencias, sentimientos y denuncias.
Esta pared, que se transforma especialmente en fechas como el 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, se llena de frases y expresiones como: “No más miedo”, “Aquí estoy”, y nombres de agresores.
"Queremos que las mujeres se expresen sin miedo a represalias. Muchas temen rayar monumentos o paredes públicas porque las llaman vándalas, pero aquí pueden hacerlo con libertad. Es nuestra forma de decir: 'Este es nuestro espacio, nuestra voz importa'", enfatizó.
El trabajo de "Sobrevivientes Valientes" no solo busca sanar, sino también exigir justicia. "Queremos que las mujeres tengan el valor de denunciar, pero también queremos que la sociedad deje de culparlas y que el sistema deje de ignorarlas", subrayó.
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"Sobrevivientes Valientes" nació a partir de experiencias personales devastadoras.
La hermana de Sahiye, Cristina Villegas fue víctima de abuso sexual a los cuatro años en el kínder al que asistía, un caso que quedó impune pese a los esfuerzos de su madre por buscar justicia.
Inclusive la misma mamá fue detenida en la carcel por tratar de denunciar al agresor ya que en ese momento dijeron que estaba difamando a una persona.
Años después, en su juventud, volvió a ser violentada, esta vez víctima de trata de blancas y abuso físico y psicológico.
Cristina Villegas estuvo amenazada y confío en un supuesto amigo que fue el que la violento de todas las formas posibles y por el que fue víctima.
"Ver cómo el sistema la ignoraba y cómo la sociedad la callaba nos hizo entender que necesitábamos actuar. No podíamos permitir que más mujeres pasaran por lo mismo sin apoyo ni justicia", compartió Sahiye.
En ambas ocasiones su caso quedó sin resolución y a la fecha Cristina sigue en terapia con apoyo de su familia.