Para poder inscribir a los estudiantes la escuela solicita cubrir una cuota “voluntaria” de mil pesos.
Las aportaciones voluntarias deben acordarse por las asociaciones de padres de familia, y su uso y aplicación deberá ser transparente y ajeno a las autoridades de cada plantel educativo.
Pese a que la Ley establece la educación gratuita que brinda el estado y la prohibición a condicionar u obligar al pago de las “cuotas voluntarias” en los centros educativos, este fenómeno continua registrándose.