El pasado viernes los periodistas hicieron públicas las amenazas anónimas que recientemente recibieron
El ensayista, académico y colaborador de EL UNIVERSAL aseguró que ahora que se industrializa el ánimo contestatario está “la risa como proclama de la buena conciencia, el instrumento para remoler blancos fijos, predicar para convencidos y practicar la gazmoñería de la corrección política”