Que sus hijos entraran a la escuela de forma presencial o no, fue uno de los dilemas que tuvieron los famosos con el inicio del ciclo escolar en esta nueva normalidad por la pandemia del Covid-19.
Noah, el pequeño de Linet Puente de apenas dos años cinco meses de edad, fue uno de los alrededor de 25 millones de niños y adolescentes que este lunes llegaron a las aulas después de año y medio de pandemia, decisión que para la conductora no fue difícil pero sí algo necesario.
“Cuando lo entregué en la puerta claramente dices ‘tomé la decisión correcta, estará bien’, se te vienen un montón de cuestionamientos pero confías en la vida y en tus decisiones y para adelante”, dice Linet a EL UNIVERSAL.
“Salió feliz, me estuvieron mandando fotos y videos durante todo el día. Normalmente te dejan que entres pero obviamente con el tema del Covid-19 no se pudo pero fue más dura la despedida… ni siquiera pude acompañarlo a la puerta”.
Linet considera que los niños están ávidos de tener contacto con la gente y con otros niños, de jugar, correr y hacer las cosas más normales, explica que en lo personal se ha esforzado porque su hijo tenga una vida normal dentro de lo posible sobre todo porque el mundo que conoce prácticamente es el del Covid-19. En el caso de Noah ya desde hace tres meses había entrado a una especie de ludoteca, pero ahora será cuando asista de lunes a viernes a la escuela (la conductora comenta que se trata de nivel maternal) y durante cuatro horas al día.
Así como Linet, otros padres de niños pequeños son Patricio Borghetti y Odalys Ramírez que después de consultar con la pediatra, padres de familia y hablarlo entre ellos decidieron que Gia, Rocco y Santino (hijo de Borghetti y Grettel Valdés) volverían a las aulas.
“Este regreso ha tenido una connotación muy distinta, de repente hay cosas que damos por sentado y cuando te lo quitan dices ‘chin’ y creo que nuestros niños han valorado mucho el hecho de pertenecer a una comunidad ahora que no la tuvieron entonces estuvo cargado de muchos protocolos y limitaciones sin embargo nosotros tratamos de darle más peso al hecho de que van a hacer amigos, a platicar, poner a prueba sus habilidades”, comenta Odalys.
Pascual Reyes de San Pascualito Rey coincide en que no es tan fácil manejar el aislamiento sobre todo para los más pequeños. En su caso su hijo Sebastián, de 7, y Alexa, de 5, sí tuvieron cierto impacto psicológico provocado por el encierro.
“Nos estamos centrando en los hechos, de que no les está haciendo bien esto. Es posible que les dé, pero no es probable porque las escuelas no son focos de contagio, tienen ciertos protocolos; claro no podemos hablar de un México homogéneo, evidentemente habrá escuelas donde no es que no quieran tener protocolos, sino que no tienen las herramientas, pero en mi caso yo confío en los protocolos de la escuela”.
Otro que vivió por primera vez el tema de la escuela es Gerardo Borbolla, con sus hijos Carlota y José María de uno y dos años, respectivamente. “Como papá sientes mucha emoción y hasta tristeza de dejarlos”, reconoce.
Esta opinión la comparte Alexander Acha para quien no les hace bien a los pequeños estar únicamente en clase de forma virtual. Pero quienes comienzan esta etapa ya en una edad un poco más grande son las hijas de Sergio Mayer -Antonia y Victoria, de 14 y 10 años- que se turnarán con sus compañeros para no estar siempre juntos.
“Es algo que a fin de cuentas es necesario e indispensable, hay que entender que además de la salud física, la salud emocional es muy importante y que tanto encierro les ha ocasionado muchos problemas a muchos niños. Lo que más extrañaban es la convivencia con sus amigos, lo cual es fundamental porque cuando no se logra eso hay frustración”.
Lo mismo sucede con las hijas de Erik Rubín quien comparte que sus hijas Mía y Nina volvieron totalmente vacunadas.
“Vemos en muchos países que de una manera responsable (regresaron), por ejemplo Japón, que aunque no estaban vacunados los niños pequeños, con responsabilidad y las normas de seguridad y sanidad se puede funcionar, se pueden retomar las actividades”.
Mía, de 16 años, está emocionada y nerviosa por este nuevo ciclo. Este lunes entró a la preparatoria, con nuevos amigos y una nueva dinámica, pues por el Covid-19 están alternando la forma presencial.
“Justo este lunes entré a clases, estoy en un módulo como híbrido, por mi apellido estoy en la segunda burbuja, es decir, estamos divididos en diferentes grupos y vamos un día sí y uno no. El lunes no me tocó pero el martes es mi primer día presencial desde hace mucho tiempo, estoy muy emocionada, no quiero dejar mis estudios por mi carrera”, señala.
“Ya no voy a tomar clases con mis amigos de antes porque me cambié de escuela, paso a primero de prepa y no conozco a nadie, hoy conocí a mis nuevos compañeros y súper buena onda, fue un gran primer día, ya tengo como ciertos amigos, estoy muy contenta porque siento que es una gran oportunidad para cambiar de aires, de algo nuevo, estoy más emocionada que nerviosa”.
Para los famosos el desarrollo de sus hijos y la convivencia en sociedad ha sido un factor importante para su regreso a las aulas. Durante una semana Leticia Huijara preguntó a su hijo si quería regresar a clases presenciales y, en todo momento, el niño que entra a nivel secundaria, le dijo que sí, emocionado.
"Yo lo mando a la escuela para que retome una parte importantísima de sus vidas que fue secuestrada y que es la socialización entre iguales, para mí eso es importante. Estoy convencida que los niños, por mucha confianza que tengan contigo, no hablan de igual forma que con sus amiguitos. Respeto todas las posturas, pero mi hijo necesita estructurar sus emociones y lo va a hacer de manera más franca y abierta con personas de su misma edad", explica.
"No es el momento, eso sí, en que uno puede plantear que lo bueno para uno, es bueno para los demás", subraya Huijara, actriz en La ley de Herodes y Como tú no hay dos.
La escuela privada a la que asiste el pequeño ha decidido partir a la mitad los grupos, asistiendo cada una de la partes, una semana sí y otra no. La que no vaya, seguirá vía Zoom la misma clase que los profesores impartan en el salón. Será una prueba de atención para los niños.
"Como yo lo miro es que tiene que volver a hacerse responsable de si mismo, en la medida de lo posible que le toque por edad, teníamos dudas de si funcionaba o no el sistema y, obviamente, había un tema emocional, pero siento que tengo que volver a soltarlo porque es la única manera en que crecen", considera Huijara.
Entre las acciones del colegio para mantener cuidados a los alumnos se encuentra la colocación de señales que indican por dónde caminar y evitar tumultos.
"Nos han pedido, eso si, que vayan bien arropados, pues tendrán ventanas abiertas y en su caso, al aire libre", agrega.