En medio de constantes fluctuaciones en el precio de la gasolina, los automovilistas mexicanos buscan cada vez más estrategias para rendir cada litro de combustible. Una de las creencias más comunes es que “conducir despacio” ayuda a ahorrar gasolina. Pero, ¿qué tan cierto es esto?

Especialistas en mecánica automotriz y eficiencia energética, coincidieron en que manejar a baja velocidad no siempre es sinónimo de menor consumo.

“El ahorro depende más del ritmo de manejo que de ir lento”, explicó un técnico automotriz con 15 años de experiencia. “Si vas a 30 kilómetros por hora en una avenida donde podrías ir a 60, estás forzando más tiempo al motor a trabajar y eso también gasta”.

Lee también:

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), los autos tienen un rango de eficiencia óptima que suele encontrarse entre los 60 y 90 kilómetros por hora en carretera. Superar esa velocidad o bajar demasiado puede afectar negativamente el rendimiento del combustible.

Errores comunes que elevan el gasto

Además de manejar a velocidades inadecuadas, muchos conductores tienen hábitos que afectan su bolsillo: frenar y acelerar bruscamente, dejar el motor encendido al estar detenidos, llevar peso innecesario o no revisar la presión de las llantas.

“Una llanta baja puede aumentar el consumo de gasolina hasta en un 10 por ciento”, señaló el técnico automotriz.

También advirtió sobre el uso del aire acondicionado en la ciudad: “En trayectos cortos con ventanas cerradas y aire a todo lo que da, el auto se esfuerza más”.

Bajo todo este panorama, los expertos recomiendan mantener una velocidad constante, anticipar frenadas, usar bien los cambios de velocidad en autos estándar, y evitar acelerones innecesarios.

Además, tener el auto afinado, cambiar filtros de aire y aceite en tiempo, y usar gasolina acorde a lo que recomienda el fabricante, puede marcar una diferencia significativa.

Lee también:

TEMAS RELACIONADOS

Google News

[Publicidad]