Luego de que se diera a conocer el video del besó y lamió al menos cuatro piezas prehispánicas que se encuentran bajo el resguardo del Museo Nacional de Antropología, surgieron diferentes críticas para el artista, pero no fue el único, pues surgió la pregunta: “¿Dónde están los vigilantes”, pues se trata del museo más importante del país. 

En redes sociales se dio a conocer que Romero estuvo en el MNA para besar y lamer diferentes objetos prehispánicos, entre ellos, El Luchador, escultura de la cultura olmeca. 

“El artista fue al Museo Nacional de Antropología en CDMX, besó y lamió algunas piezas de su colección. Por supuesto que esto coloca a las espectadoras en una posición incómoda, están presenciando un aparente daño (habrá que discutir qué tanto afecta la saliva a la piedra) a ‘nuestro patrimonio’. A diferencia de las subastas de Drouot de piezas prehispánicas que son realizadas casi sin la indignación generalizada de la audiencia”, se lee en una publicación que promocionó el performance de Romero.

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