Ana Bárbara se ha consolidado como una cantante exitosa, con giras nacionales e internacionales, diversos premios y el amor de sus fans; sin embargo, en su pasado se esconde un gran fracaso que ella misma reconoce, le dio el impulso para mejor dedicarse a la cantada.
La cantante originaria de Rioverde, San Luis Potosí, confesó el proyecto de emprendimiento que tuvo en su infancia junto con su madre y que no pudo lograrse.
En una charla con el gobernador de San Luis, Ricardo Gallardo, durante una transmisión del “Pollocast” en YouTube, Ana Bárbara se sinceró sobre su pasado y aunque asegura que desde niña su pasión era la música, también intentó ser emprendedora de negocios.
“Fui una niña muy luchona”, señaló al recordar que cuando iba en secundaria comenzó un negocio de gorditas de revoltillo, famosas en Rioverde, para vender entre sus compañeros. En este negocio la apoyaba su mamá, quien preparaba los alimentos que ella se encargaba de vender.
Con lágrimas en los ojos, la potosina recordó aquella época: “Quería ser emprendedora de negocios, mi mamá me hacía unas gorditas de revoltillo, ella las torteaba muy tempranito en las mañanas, les ponía huevo revuelto y me las llevaba en un tupper”.
Sin embargo, la cantante explicó que este negocio fue fracaso rotundo, y reconoce que en parte la culpa fue por su carácter inocente.
Y es que comentó que aunque “vendía” todas las gorditas entre sus compañeros de la secu, no les cobraba.
“Cuando llegaba a la casa mi mamá me decía:
-¿Hija cómo te fue?
- Muy bien mami, vendí todo
- ¿Y el dinero? -, me preguntaba.
- No me las han pagado, pero tal vez mañana
Al otro día llegaba a cobrarles y nadie me pagaba y así se iba la semana”, contó Ana Barbara entre risas y lágrimas.
Aunque este negocio resultó un fracaso para ella, también asegura que fue el inicio del éxito, pues decidió que desde ese momento se dedicaría a lo que mejor se le da: la música y el canto.
“Dije creo que lo mío, lo mío no es vender es cantar”, expresó.