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Ante la confusión que surge entre la población sobre cómo nombrar a las personas que tienen alguna discapacidad, Fabiola Reséndiz, líder de bolsa de trabajo en la agencia de vinculación de Juntos, una Experiencia Compartida A.C. aclaró que el término correcto es “personas con discapacidad.”
Esto, debido a lo acordado en la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad: “ellos y ellas mismos fueron quienes, en esta búsqueda de la validación de sus derechos humanos, cómo era la mejor forma de que se refirieran a ellos y ellas como personas.”
De esta manera, explicó que nombrarles como “discapacitados” es una forma de decir que ellas o ellos son los que tienen el problema, cuando realmente el entorno normativo es el que está limitando sus capacidades.
Esta normatividad, explicó, es el cómo el entorno está construido: la infraestructura está mayormente desarrollada para personas que pueden caminar, escuchar, oír, ver o moverse sin ninguna limitante.
“El lenguaje nos dice mucho, y si no usamos términos o palabras correctas, podemos llegar a ser un poco como denigrar a la persona o hacerla sentir que ella es la del problema o la que vive con alguna condición… y es como relegarla.”
