La popular serie de animación Pocoyó, creada por el español José María Castillejo, estuvo al borde del colapso en 2016 debido a las deudas insostenibles de la productora audiovisual Zinkia encargada del proyecto.
Sin embargo, el empresario potosino Miguel Valladares llegó al rescate y decidió cubrir una parte significativa de la deuda, lo que le permitió convertirse en el socio mayoritario y tomar el control de la empresa.
Con esto, Valladares desplazó a Castillejo a segundo plano, quien hasta entonces era el accionista principal de Zinkia.
Con la experiencia y visión del empresario Valladares para los negocios, fue que la serie se logró salvar, pues con él al mando se vino un nuevo “aire” para esta animación que realizó más temporadas, incluyendo nuevos personajes, llamando la atención de nuevos públicos.
La intervención de Miguel Valladares marcó un punto de inflexión para la serie Pocoyó, permitiéndole experimentar un importante resurgimiento con nuevas temporadas y temáticas innovadoras.
Esto no solo le permitió expandirse a nuevos mercados, sino también consolidarse como una de las empresas de animación más prestigiosas y creativas a nivel mundial.
Gracias a esta renovación, Pocoyó logró recuperar su popularidad y evitar su desaparición, que parecía inevitable debido a la falta de visión y deudas insostenibles de su anterior propietario.
Años después, la serie sigue siendo una de las favoritas de miles de niños en todo el mundo, y su legado como una de las series de animación más queridas y recordadas.
Miguel Valladares es un miembro destacado de una de las familias más influyentes no solo de San Luis Potosí, sino de México. Su experiencia empresarial se ha extendido también a la política Miguel Valladares Padre ocupó el cargo de presidente municipal de la capital potosina entre 1980 y 1982. Y, actualmente Juan Carlos Valladares, miembro de esta familia es diputado federal por San Luis Potosí.