Sabrina Sabrok no tiene reparos en contar que se sometió a más de 50 intervenciones quirúrgicas. De hecho, ostenta el curioso “título” de ser la celebridad con los pechos más grandes del mundo, y para lograrlo se ha sometido a múltiples procedimientos.
El año pasado, se inyectó bótox en los labios y en el rostro en los Estados Unidos, donde reside actualmente, y comenzó a sentir molestias que encendieron en ella la señal de alarma. Por eso, volvió a México para consultar de urgencia a su cirujana plástica de cabecera.
“En la cara, me puse mucho bótox; mucho relleno en los labios. Eso se me fue por la cara y hace que no pueda sonreír bien. Siento como un tirón”, contó al programa "Un Nuevo Día", de Telemundo. Y agregó: “Semana tras semana, me ponía y me ponía y ahora que regresé a México la doctora me mandó a hacer un análisis en la cara, con electricidad. Me pincharon la cara. Fue un análisis súper complicado”.
El resultado de aquel análisis indicó que sus sospechas no eran erradas: “Me dijeron que tengo una parálisis del lado derecho por tanto bótox y relleno”. “Tengo que ir a hacerme terapias a un lugar en el que me van a hacer ultrasonido, láser y un montón de cosas. También me dieron una medicación para relajar los músculos y tengo que mover mucho la cara y hacer ejercicios faciales”, indicó, sobre su futuro próximo.
Pero más allá de esta penosa situación, Sabrok no se arrepiente de haber pasado tanto tiempo de su vida adentro del quirófano. “Logré lo que quería: verme artificial, como una muñeca”, justificó. “Yo trabajaba como profesora de música y no pensaban en hacerme cosas en el cuerpo. Después, todo fue cambiando cuando empecé a ser vedette, a trabajar en televisión y a ganar dinero para poder gastar en cirugías”, indicó luego.
Con información de La Nación/GDA/Argentina. *El Grupo de Diarios América (GDA), al cual pertenece EL UNIVERSAL, es una red de medios líderes fundada en 1991, que promueve los valores democráticos, la prensa independiente y la libertad de expresión en América Latina a través del periodismo de calidad para nuestras audiencias.
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