No hay duda de que el nopal es uno de los ingredientes más representativos de México. Pero ahora hablaremos de su fruto: La tuna, un ingrediente al que muchas veces le damos poca importancia, pero es el único fruto que aparece en nuestro escudo nacional.
De acuerdo con la UNAM la tuna contiene diversas vitaminas; presenta propiedades astringentes y antisépticas; es dulce, fresca y aromática, además de que sirve para producir miel, vino, alcohol y confituras como el queso de tuna.
Tradicionalmente las propiedades medicinales de la tuna la hacían un ingrediente muy buscado por ser un poderoso anti-inflamatorio y laxante.
Gracias a su gran cantidad de fibra ayuda a retardar el tiempo de absorción de los nutrientes y entran a la sangre y por lo tanto facilita su eliminación.
Además las fibras insolubles que contiene, crean una sensación de saciedad, haciendo que disminuya el hambre de las personas y ayudan a una buena digestión.
Se le considera un agente antidiabético por presentar saponinas, por lo que el consumo del fruto y las pencas de tuna induce a que el organismo obtenga una mayor sensibilidad a la insulina produciendo baja elevación de la glucosa sanguínea en diabéticos.
Al incrementar los niveles y la sensibilidad a la insulina logra estabilizar y regular el nivel de azúcar en la sangre.
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Ayuda a eliminar el exceso de colesterol “malo” evitando que se absorba gran parte y no se acumule en venas y arterias. Los aminoácidos, la fibra y la niacina previene que el exceso de azúcar en la sangre se convierta en grasa, mientras que por otro lado, actúa metabolizando la grasa y los ácidos grasos reduciendo así el colesterol.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Recursos Hidráulicos (Sedarh), al cierre del 2020, San Luis Potosí se posicionó como la quinta entidad con mayor producción de tuna en todo el país con 17 mil 045 toneladas anualmente, sin embargo, en valor producción el estado ocupa la séptima posición al generar 44 mil 277 pesos de las más de 17 mil toneladas de tuna.