El municipio huasteco de El Naranjo celebró su 31° aniversario con un desfile navideño que terminó convirtiéndose en tendencia gracias a una propuesta tan sorprendente como creativa: un tractor y una excavadora adaptados como trineo de Santa Claus, un carro alegórico que capturó miradas, provocó risas y despertó orgullo comunitario.

Durante el recorrido festivo, esta inusual creación se convirtió en el principal atractivo del evento, destacando por la forma en que transformó maquinaria agrícola y pesada en un símbolo navideño lleno de carisma.

Servidores públicos disfrazados de renos guiaban el improvisado trineo, mientras un Santa Claus entusiasta completaba la escena que generó reacciones inmediatas entre niños y adultos.

Asistentes y usuarios en redes sociales coincidieron en resaltar la creatividad del montaje, calificándolo como una auténtica muestra del ingenio mexicano. Expresiones como “el ingenio mexicano en su máximo esplendor”, “la neta se lucieron” o “México cada vez es más surrealista” inundaron el evento y las redes sociales, donde las imágenes del peculiar vehículo circularon rápidamente. Otros usuarios celebraron el humor y la originalidad del concepto con frases como “imagínate vivir en Suiza y perderte de estas chuladas”.

Para muchos, la propuesta fue memorable no solo por su apariencia llamativa, sino por su capacidad de transformar elementos cotidianos del entorno rural en una experiencia festiva, cercana y divertida, detonando así su "viralidad".

Incluso quienes habían visto iniciativas similares destacaron la ejecución y la conexión emocional que generó entre el público de El Naranjo.

El desfile, que recorrió las principales calles del municipio, reunió a familias, comerciantes y expresiones culturales de la región. Además del “tractor–trineo”, las actividades incluyeron concursos, presentaciones artísticas y el tradicional encendido del pino, sumándose a la oferta turística y al espíritu creativo que caracteriza a la Huasteca Potosina.

Lo que inició como una propuesta local para alegrar el festejo navideño terminó convirtiéndose en un fenómeno viral que reafirma que, en México, el ingenio no tiene límites y que El Naranjo continúa sorprendiendo con celebraciones llenas de identidad, creatividad y calidez comunitaria.

*Con información de Humberto Torres

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