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En la región, se produjo una subida del 7% en 2018 respecto a 2010 (sin contar la situación en la región del Caribe), según el informe global más reciente del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA), publicado esta semana.
Solo en otras dos zonas del mundo ocurrió lo mismo: Europa del Este y Asia central (29%) y Oriente Medio y el Norte de África (10%), señala la organización.
Alrededor de 1,7 millones de personas se contagiaron del VIH en 2018, un descenso del 16% respecto a 2010 impulsado en su mayoría por el "impresionante progreso" registrado en los países del este y sur de África, donde habita el 54% de las personas que viven con el virus.
También se registraron avances en El Caribe, con una bajada del 16% en ese mismo periodo.
Los buenos datos, no obstante, no significan que haya que bajar la guardia, según ONUSIDA: aún queda mucho camino por delante.
En conjunto se pasó de 2,1 millones de nuevos contagios en 2010 a 1,7 millones en 2018, pero aún queda lejos el objetivo de llegar a menos de 500.000 para 2020.
De Chile a El Salvador
En su informe, ONUSIDA destaca que hay "diferentes tendencias" en la región latinoamericana, en la que incluye a 16 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.
La situación en Venezuela no se detalla por falta de datos oficiales, en los que se basa ONUSIDA para llevar a cabo su informe.
"Debido a la situación política que está atravesando Venezuela, la recogida de datos del sistema sanitario relacionado con el VIH ha sido un desafío", explica a BBC Mundo el director del equipo de apoyo regional de ONUSIDA para América Latina, César Núñez.
En "el Caribe", por otro lado, el organismo examina el progreso en: Bahamas, Barbados, Belice, Cuba, República Dominicana, Guyana, Haití, Jamaica y Surinam.
En el índice de "Latinoamérica", El Salvador se sitúa como el país con la mayor reducción de nuevos contagios de VIH, con un "fuerte" descenso del 48% en 2018 respecto a 2010.
Le sigue Nicaragua, con una bajada del 29% y Colombia, con un descenso del 22%, en ese mismo periodo; mientras que México, por ejemplo, se mantiene.
Esas destacadas marcas, no obstante, se contraponen con la situación en Chile, el país de la región con el mayor aumento de nuevos contagios (34%), seguido por Bolivia (22%), Brasil (21%) y Costa Rica (21%).
Pese al aumento regional, la ONU señala en su informe que "la tendencia en los países grandes pueden tener una influencia desmedida en la media regional".
Por ejemplo, si no se contara Brasil, en Latinoamérica se hubiera registrado una bajada del 5% en nuevos contagios en ese lapso de tiempo.
Desafíos
"La región se enfrenta a un desafío en cuanto a la cobertura del tratamiento entre todas las personas que viven con VIH, una circunstancia directamente ligada a la transmisión del virus", explica Núñez.
Además, los países "necesitan aumentar la inversión y el acceso (del tratamiento) sobre poblaciones específicas, combinado a una prevención que tenga en cuenta los factores sociales y estructurales que llevan a la transmisión del virus, como la discriminación, el acceso a servicios y la pobreza".
En ese aspecto, el director del equipo de apoyo regional advierte de la situación de las llamadas "poblaciones clave", más en riesgo: "trabajadores sexuales, consumidores de drogas, hombres homosexuales o aquellos que mantienen relaciones sexuales con otros hombres, personas transgénero o presos", señala el organismo.
En 2018, el 65% de los nuevos contagios se produjeron en personas de las "poblaciones clave" y sus parejas sexuales (por encima de la media global, 54%), mientras que "solo un tercio (35%) se produjo en el resto de la población", incide.
"Las comunidades juegan un rol crucial para asegurar una mayor aceptación de la prevención del VIH y los servicios de tratamiento, reducir el estigma y la discriminación y proteger los derechos humanos".
Los hombres homosexuales y otros que mantienen relaciones sexuales con hombres representan el 17% -estimado- de las nuevas infecciones en el mundo y hasta el 40% en Latinoamérica, según el informe.
En el documento, el organismo destaca los esfuerzos de los grupos LGBTI, apoyados por organizaciones en defensa de los derechos humanos y expertos legales y en sanidad pública, para conseguir la eliminación de leyes que criminalizaban las relaciones entre personas del mismo sexo en Latinoamérica y el Caribe, además de otras zonas del mundo.
Sin embargo, la ONU señala que esos intentos siguen enfrentando una "ardua batalla" en muchos países.
Claves sobre el VIH y el sida
- Sida no es lo mismo que VIH: sida es el nombre de la enfermedad. La sigla VIH (virus de inmunodeficiencia humana) hace alusión al virus que la causa.
- Se puede vivir con el virus y nunca padecer el sida. El sida aparece en las etapas más avanzadas de la infección por VIH.
- El VIH se puede transmitir por relaciones sexuales (vaginales, anales o bucales) sin protección con una persona que viva con el virus; por la transfusión de sangre contaminada; y por compartir agujas, jeringas, material quirúrgico u otros objetos punzocortantes.
- De momento, no hay cura para el VIH, pero existe el llamado tratamiento antirretrovírico, que puede volver el virus indetectable y, por ende, impedir el contagio.
Fuente: OMS, ONU Sida, Fundéu
En total, la ONU estima que en el mundo hay actualmente unos 37,9 millones de personas con VIH y solo 23,3 millones tienen acceso a la terapia antirretroviral, según los datos más actualizados, de 2018.
En Latinoamérica, se estima que hay 1,9 millones de personas viviendo con VIH y 1,2 millones con acceso a tratamiento.
Pese a que las cifras llevan descendiendo desde 2010, la ONU insiste en el informe que "se progresa, pero cada año menos" y urge a hacer más esfuerzos para cumplir los objetivos marcados.
Para 2020, la meta es llegar a que el 90 % de las personas que viven con VIH conozcan su estado, que el 90% de los diagnosticados reciban terapia antirretrovírica y que, para ese mismo año, el 90% de las personas que reciben terapia antirretrovírica consigan la supresión viral (reducir significativamente la presencia del virus en sangre para conservar la salud).
De todas las personas viviendo con VIH en 2018, un 79% lo sabía, el 62% tenían acceso a tratamiento y el 53% de las personas logró la supresión viral.
En ese sentido, Latinoamérica destaca por sus buenas notas, tal y como remarca el director de ONUSIDA especializado en la región: en 2018, 80% de las personas que vivían con VIH lo sabían, 78% de las personas diagnosticadas estaban recibiendo tratamiento y el 89% de aquellos en tratamiento consiguieron disminuir significativamente la presencia del virus en sangre.