Después de que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) estuvo inmerso en una polémica por la contratación de dos subdirectores carentes de experiencia administrativa y formación científica, además de que la Academia Mexicana de Ciencias se vio forzada a suspender sus actividades por la falta de financiamiento de Conacyt, el organismo anunció que invertirán cuatro veces más recursos a proyectos de ciencia básica.

Conacyt informó, mediante un comunicado, que para “remontar rezagos derivados de la falta de apoyo a la ciencia básica en los últimos años, hemos integrado un fondo suficiente para rescatar los 508 proyectos 'Altamente Recomendables' de Ciencia Básica que quedaron sin apoyo en la última convocatoria”.

De acuerdo con Conacyt, esta inversión a ciencia básica representa un monto mayor al que se asignó en 2017 y 2018.

“La ciencia de frontera (también conocida ciencia básica) es imprescindible para lograr desarrollos tecnológicos de vanguardia que sean útiles al país y con ello se disminuya nuestra dependencia tecnológica”, se lee en el comunicado.

Reformar Conacyt
El pasado 8 de febrero, sin el consenso de la comunidad científica, la senadora de Morena Ana Lilia Rivera presentó la iniciativa para crear la Ley de Humanidades, Ciencia y Tecnología que impulsa la transformación del Conacyt para convertirlo en el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnología (Conahcyt), además de centralizar, bajo su mando, la toma de decisiones de las políticas científicas del país.

El documento que presentó Lilia Rivera —quien no pertenece a la Comisión de Ciencia y Tecnología ni tiene experiencia en estas áreas— establece la desaparición de los siete órganos colegiados que inciden en la política científica del país: Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, la Red Nacional de Grupos y Centros de Investigación, la Conferencia Nacional de Ciencia, el Consejo General de Investigación Científica, el Consejo Consultivo de Ciencias, la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Oficina de la Presidencia y el Foro Consultivo Científico Tecnológico (FCCyT).

Sin estos órganos, el Conahcyt quedaría como el único interlocutor y tendría control total en la toma de decisiones del sistema de Ciencia y Tecnología. “El Conahcyt se convertirá en el único órgano de consulta para asesorar a todos los poderes de la federación y a todos las órdenes de gobierno en materia de generación de conocimiento”, se lee en un comunicado del FCCyT que fija su postura en contra de dicha ley.

En redes sociales, la comunidad científica se manifestó en contra de dicha iniciativa pues afirman que esta reforma representaría una amenaza a la libertad de investigación. Ayer, el Conacyt se comprometió a convocar a foros para explorar propuestas en torno a nuevas políticas públicas de ciencia y tecnología.

“Próximamente se dará a conocer el calendario y las propuestas de foros en los que serán convocados el sistema de ciencia, tecnología e innovación (CTI), así como legisladores y miembros de la comunidad”, afirmó el Conacyt en un comunicado.

El Foro Consultivo Científico y Tecnológico colaborara junto a Conacyt en la programación de estos debates públicos para “reflexionar sobre posibles estrategias que impulsen el desarrollo de las humanidades, las ciencias y las tecnologías, así como los mecanismos para lograr una articulación eficiente entre los diferentes sectores involucrados en el avance del conocimiento y la atención a los problemas nacionales”.

El comunicado resalta que “estos foros servirán también para discutir la participación e inclusión transversal del sector CTI en el Plan Nacional de Desarrollo y posteriormente para definir las acciones futuras del sistema CTI en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación”.

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