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Cuando es temporada de frío, al salir de una alberca, si te mojas bajo la lluvia puede ser común escuchar a las personas sugiriendo tomarse “una copita” de alcohol para entrar en calor.
Ya sea tequila, rompope o wisky existe la creencia de que el alcohol ayuda a calentar el cuerpo más rápidamente que un suéter o una sopa caliente; sin embargo, a pesar de ser una idea muy recurrente, lo cierto es que se trata de un mito.
Quizá el mito ha cobrado fuerza debido a que existe algo de verdad en él pues el ingerir bebidas alcohólicos mientras se tienen frío sí te brindará una sensación de calor pero se trata de una percepción que desaparece con rapidez y que, en realidad, tiene el efecto contrario.
Esto ocurre debido a que el alcohol es un vasodilatador, lo cual significa que expande los vasos sanguíneos y hace que aumente el volumen de la sangre dentro de ellos. Como resultado, el cuerpo genera una sensación de calor.
Sin embargo, aunque una persona pueda sentirse más caliente debido a la sangre extra en su venas y arterias, se trata de sangre que se enfriará rápidamente, dejando el efecto contrario, tal como señala el artículo de Ramón Estruch, “Efectos del alcohol en la fisiología humana”.
El alcohol de la sangre no permite el correcto desempeño de las funciones del cuerpo que regulan la temperatura corporal por lo que, a pesar de tener esa sensación momentánea de calor, el cuerpo no será capaz de mantenerla.
Dr. William Haynes , director de Farmacología Clínica de la Universidad de Iowa, explica este efecto de la siguiente manera: "El consumo de alcohol deshace muchos de los reflejos saludables del cuerpo humano, uno de los cuales es mantener la temperatura corporal en climas fríos".
Lo más peligroso de este efecto es que esta caída súbita de la temperatura sin que el bebedor se dé cuenta, porque su piel aún se sentirá caliente aunque su temperatura corporal sea baja.
Pero este no es el único efecto riesgoso de beber alcohol cuando se tienen frío. De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto de Investigación de Medicina Ambiental del Ejército de Estados Unidos, tomar alcohol en un clima frío también reduce la capacidad de temblar del cuerpo, lo cual es otro de los métodos que este utiliza para mantener el calor.
Como puedes ver, aunque te brinde una sensación placentera, en realidad, tomar alcohol interfiere con los propios mecanismos del cuerpo para calentarse. A la larga esto es peor pues lo que en verdad ocurre es que enfrías al organismo aún más aunque no puedas percibirlo en el momento.