Desde los años sesenta, las aerolíneas están obligadas a incorporar en todas sus aeronaves dos cajas negras como medida preventiva para proteger datos relacionados a un vuelo en caso de siniestro.

Estos dispositivos registran parámetros del vuelo y conversaciones de los tripulantes. Su función es almacenar información que, en caso de un accidente, permitan analizar lo ocurrido en los momentos previos y establecer sus causas.

¿Cómo funcionan las cajas negras?
Son dos aparatos de aproximadamente 4 kilos, que en realidad son de color rojo o naranja y tiene bandas reflectantes para para facilitar su localización. Los aparatos están fabricados con titanio y cubiertos de una armadura de acero con un aislante térmico. Está provista de un faro localizador ultrasónico en caso de que la unidad se sumerja en el agua, emite cada 30 segundos un pulso o ‘ping’ que puede ser detectado a más de 4 km de distancia.

Una de las cajas, el Flight Data Recorder (FDR), se encarga de registrar detalles técnicos del vuelo: altura, velocidad, presión y rendimiento de los motores. Mientras que la otra, Cockpit Voice Recorder (CVR), graba el sonido ambiente de la cabina, conversaciones entre los tripulantes y con la torre de control.

En sus pruebas de certificación, estos dispositivos deben de resistir una temperatura de mil 100 grados centígradosdurante una hora o aguantar un mes sumergidas a 6 mil metros de profundidad, además de soportar desaceleraciones de 500 kilómetros por hora a cero en menos de cinco segundos.

Las cajas disponen de un localizador, que se activa automáticamente tras una colisión y emite una señal para ser ubicada por el equipo de rescate.

Actualmente existen dos tipos de cajas: las de banda magnética, en vías de extinción, y la de memoria electrónica, similar a las tarjetas Flash SDD de las cámaras fotográficas digitales

Con información de El Tiempo y Agencias

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