Getty Images "Los 300 espartanos" han inspirado varias obras.

Otra cuestión es si hoy realmente queremos revivir el paradigma espartano de la masculinidad.

La emoción era anatema. El individuo no era nada. El Estado lo era todo.

A medida que nos vamos dando cuenta de la necesidad de alentar a las personas a expresar en lugar de negar sus emociones y mostrar la angustia que pueden estar sintiendo, tal vez el ideal espartano de la masculinidad no sea el que realmente queremos.

No es casualidad que los espartanos hayan inspirado el sistema escolar público británico del siglo XIX y principios del XX, un sistema en el que los ideales de disciplina, aguante y austeridad eran primordiales.

Incluso la dureza de las mujeres espartanas es sospechosa.

Las fuentes antiguas nos dicen que entrenaban sus cuerpos, no por su beneficio, sino en función de producir hijos fuertes, por lo que incluso el atletismo por el que son famosos servía en última instancia a la máquina de guerra espartana.

Y la triste alegría con la que veían a sus hijos morir en la batalla es hoy desagradable.

El autor Plutarca dice que las mujeres espartanas le decían a sus hombres que se iban a la guerra:

"Vuelve con tu escudo o en tu escudo".

Los espartanos muertos eran llevados a casa sobre sus escudos; solo un cobarde soltaría su escudo y huiría.

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