Vamos por partes: juro que no quería escribir del Rebaño, pero justo en una época de tanta crisis y reflectores, no había forma de hacerme a un lado de una derrota a todas luces humillante y vergonzosa, por todo lo que representa, y es justo lo que quiero explicar acá.

La derrota tan estrepitosa que se dio en el Volcán, por décimo año consecutivo sin ganar allá, demuestra las carencias que tiene el proyecto. De entrada, la dirección técnica bastante timorata desde que inició el partido y hasta en las declaraciones previas, dando a entender que Tuca es lo mejor del universo.

De ahí, los dos laterales, Madueña Ponce, con tremenda responsabilidad en el primer y tercer tantos, sin pararse bien en sus costados. Molina, desdibujado y con una baja de juego importante. Sin generación ofensiva, porque de nuevo juega la Chofis de siempre.

De ahí, Antuna, quien está a dos partidos de ser considerado el refuerzo más inflado y sobrevalorado en la historia de Chivas. Con José Juan Macías, quien no retuvo ninguna pelota, y Alexis Vega, quien se niega a pesar en los juegos importantes. Ya ni hablemos de la supuesta reforzada banca.

El Guadalajara tiene las horas contadas para demostrar que sí luchará por la Liguilla, después de la millonaria inversión, o se encarrilará a su sexto torneo sin Liguilla y luchando aún en los puestos del descenso. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A los días en los que habrá que buscar la sensatez rojiblanca.

 

@EnriqueVonBeas

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