Durante los últimos meses La Real Academia Española ha estado inmersa en una batalla entre sus integrantes debido al anuncio de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, quien pedía analizar la posibilidad de adecuar la Constitución de España a un lenguaje inclusivo.

Esto provocó que varios de sus integrantes como el escritor Arturo Pérez-Reverte asegurara que abandonaría la Academia si se acepta esta reforma.

La Real Academia Española ha organizado una ponencia encargada de estudiar la solicitud de un estudio sobre “el buen uso del lenguaje inclusivo” en la Constitución española.

La ponencia estará compuesta por los académicos de número Pedro Álvarez de Miranda, Paz Battaner, Ignacio Bosque e Inés Fernández-Ordóñez, tal y como han señalado fuentes de la institución a Europa Press.

Su propuesta pasará a lo largo de septiembre a la Comisión Delegada del Pleno. Estas mismas fuentes han explicado que el primer pleno tras el parón de agosto y septiembre tendrá lugar el primer jueves de octubre, si bien “previsiblemente no se abordará” este informe.

En ese pleno la secretaria de la RAE, Aurora Egido, hará un balance del año ante los académicos y posteriormente también intervendrá el director de la RAE, Darío Villanueva, para abordar futuras actividades.

“Es poco probable que se aborde en los dos primeros plenos”, han asegurado -los plenos se celebrarán todos los jueves de cada mes- desde la institución, que reconoce además que la aprobación del informe podría llegar hasta noviembre.

Además la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Clavom explicó al Congreso que este informe abordará la adecuación de la constitución española a un lenguaje inclusivo, correcto y verdadero a la realidad de una democracia que transita entre hombres y mujeres”.

Por su parte, Darío Villanueva explicó que el informe será “ un trabajo serio y despolitizado”.

Asimismo, se mostró convencido de que esa petición no incluiría ninguna directriz. “Ellos piden un informe, pero nosotros contestamos conforme lo que a la academia le parezca que tenga que ser: un trabajo riguroso, serio y despolitizado, desde el punto de vista lingüístico y gramatical”, apuntaba.

La petición del Gobierno ha generado posturas contrarias en varios académicos, como el caso de Arturo Pérez-Reverte, que amenazó con marcharse en caso de que la RAE diera el visto bueno o la académica Josefina Martínez, quien en una entrevista con Europa Press calificó la petición de despropósito, dispendio y un completo absurdo.

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