Personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Yucatán (INAH) presentó los avances de un trabajo de excavación que realizan en el predio de la calle 59 con 56 y 54, que actualmente ocupa un estacionamiento, donde aparecieron vestigios que se estimó forman parte de una capilla del siglo XIX.

El estacionamiento, propiedad de la familia Abimerhi y de nombre “El Patio”, iba a ser remodelado por instrucción de sus dueños. Sin embargo, y previo a las reformas del predio, el INAH intervino el área con excavaciones y calas al suelo por lo que aparecieron pisos originales de una capilla anexa a un convento que se presume corresponde al de las Siervas de María.

Entre los objetos encontrados por el personal del INAH se encuentran desde cerrojos de metal, cruces de piedra prehispánicas, grabados monolíticos de rasgos coloniales y cilindros de piedra que posiblemente pertenecieron a columnas de la capilla.

Los pisos pertenecen a una época poscolonial relativa al siglo XIX con motivos diversos en mosaico caleidoscopio, propios de la manufactura industrial de la época, basados en su constitución física de pasta hechos a mano.

El jefe del Departamento de Trámites y Servicios Legales del Centro INAH, José Arturo Chap Cárdenas, informó que cualquier edificio del Centro Histórico, área protegida por el gobierno  federal, debe pasar por una revisión del propio centro antes de cualquier remodelación.

En el caso de las excavaciones, son los arquitectos del INAH los primeros en realizarlas, debido a la riqueza del área en vestigios prehispánicos y coloniales que se encuentran enterrados.

Asimismo, el arqueólogo del INAH, Rafael Burgos, sostuvo que estas evidencias se refieren a la última intervención que tuvo la casona, e incluso por lo encontrado pueden reconstruir la fachada de la capilla.

“Las monjas llegaron a Mérida cerca del año 1900 y se van cuando empieza la Revolución. Regresan en los años 40’s y es en los años 70’s cuando demuelen la casona. Ahora debemos investigar la evolución de cómo las monjas habitaron el predio”, subrayó.

Declaró que entre lo encontrado hay piedra de arte maya, pero será hasta que hagan todas las investigaciones cuando saquen las conclusiones. Incluso, hay un monedero entre los vestigios, pero no quieren exponerse para hacerle pruebas y que se deshaga por la antigüedad que tiene, es decir, hay que ser cuidadosos.

Mientras tanto el arquitecto Marco Ávila Bernés, encargado de la obra de remodelación, señaló que en la construcción reedificarán, con lo extraído, el altar a la entrada de la nueva construcción -que se presume será una plaza comercial-, con el fin de preservar la historia y añadir un atractivo turístico a su edificación.

El mismo INAH seguirá pendiente de los trabajos que en este lugar se sigan realizando.

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