La senadora Laura María de Jesús Rodríguez Ramírez, mejor conocida como Jesusa Rodríguez, afirmó que incursionó en la política con la intención de trabajar y aportar a la transformación del país.

En entrevista para Notimex, la legisladora de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) rechazó que le gusten los escándalos, luego de verse involucrada en varias polémicas, y consideró que esta situación ha tenido que ver más con que éste ha sido el país de la simulación.

“Lo importante para ser político era no decir nada. Yo no soy política; ahora he venido a trabajar en esto porque realmente quiero ver si puedo aportar algo en esta transformación del país, en este cambio”, expresó.

La actriz y directora de teatro se refirió a las ocasiones en que ha expresado su opinión, lo que ha derivado en controversia, sobre todo en las redes sociales, aunque también lo atribuyó a lo que denomina “armas de confusión masiva”.

“Seguramente cometo muchos errores, pero al hablar, el problema es que digo lo que pienso; a lo mejor lo digo mal, y eso causa confusión, pero no sé si también la confusión está hecha a propósito".

 “Pienso que cuando la izquierda pierde se sale a las calles en multitudes y cuando la derecha pierde utiliza a los medios; lo que los chilenos llamarían los medios patronales están funcionando a toda velocidad y yo les llamo armas de confusión masiva, es decir, confundir para dividir. Incluso gente que se quiere y que de repente empieza a discutir como si fueran enemigos por cosas que los medios distorsionaron”, explicó.

Aseguró que estos medios están hechos para eso, “en lugar de hacer un debate auténtico, en un momento en el que tenemos la oportunidad de poder replantearnos todo, ¿qué hicimos mal?, ¿qué hicimos bien?, ¿dónde estuvo el problema? ¿por qué el país llegó a estar en un estado de desastre?”.

Estimó que no se trata de perseguir culpables, sino de asumir que todas las personas que vivimos en este país fuimos parte del desastre.

“Ahora hay que corregirlo y hay que tomar lo que cada quien pueda ir corrigiendo, por eso es una democracia participativa, y hay que aprender también a ser participativos”, añadió.

Cuestionada sobre el debate al pedir a la comunidad cultural que deje de vivir del presupuesto público, respondió que para ella la cultura está en todas partes y es un abanico amplísimo que incluye a todas las expresiones y hasta el más importante intelectual o artista.

“El ejemplo que tenemos en México es el maíz, porque es una creación cultural y, al mismo tiempo, es el alimento del cuerpo y del espíritu. Si los abuelos nos dejaron ese ejemplo que conjunta todo, eso es la cultura: lo que haces y lo que comes.

“Yo no sé qué es eso de la comunidad cultural, ni lo entiendo. Cuando dije ´vamos a cambiar´, luché toda mi vida para ya no vivir en el horror de una sociedad corrompida”, manifestó.

A pesar de tener una prolífica carrera en el teatro, descartó considerarse una artista; en todo caso se nombra a sí misma trabajadora de la cultura aunque, aseguró, la lucha es más profunda.

“Vivíamos en un país en el que el dolor iba creciendo, los desaparecidos, los asesinatos, cada vez más y más la degradación de la vida pública. Eso es lo que yo siempre he querido: tener la oportunidad de ayudar en que esto cambie y que seamos el país que merecemos ser”.

Otra polémica declaración fue cuando expresó que se ignoraba tanto del poder curativo de la marihuana como de la función y anatomía del clítoris, planteamientos que consideró fueron difundidos en contextos diferentes a los abordados por ella. 

“Yo estaba hablando de información, pero estas armas de comunicación masiva comienzan a operar y estamos jugando con ideas; aquí hay un monstruo decidido a destruir a través de los medios, hay un monstruo mediático que está decidido a devastar el proyecto de nación que se propone en la Cuarta Transformación”.

“Yo me doy cuenta cómo mucha gente cae en esa trampa porque cualquier cosa que digo termina siendo un teléfono descompuesto, que significa al final otra cosa completamente distinta; eso no creo sea gratuito, no creo que sea solamente mi incapacidad para expresarlo”, señaló.

La senadora también se refirió a la polémica sobre la alianza de Morena con el Partido Encuentro Social (PES) durante la campaña pasada.

No estuve de acuerdo con esa alianza porque creo que ellos llevan una agenda opuesta a la de Morena o a la que supuestamente ostenta; somos progresistas, de izquierda, y yo veía venir a un partido con una agenda completamente opuesta a la que se está proponiendo”.

Respecto al hecho de sustituir en el Senado a Olga Sánchez Cordero, quien asumió como secretaria de Gobernación, recordó que lo consultó con su pareja desde hace 40 años, Liliana Felipe, y ella de manera categórica le dijo que debía hacerlo porque había luchado toda su vida por este cambio.

Jesusa Rodríguez reconoció que no fue una decisión sencilla porque desconocía la teoría y técnica legislativa, ya que se había dedicado al teatro durante 45 años, pero al mismo tiempo pensó en el Senado como un escenario, del cual conoce las reglas y donde podría aplicar lo que ha aprendido en su trabajo.

Sobre su labor legislativa, enfatizó que desde hace 20 años ha estado trabajando en la defensa del maíz, que está siendo amenazado no solo por los transgénicos, sino por las corporaciones; incluso hay la idea de patentarlo todo.

Por último, la senadora expuso que le gustaría “poder brincar este ruido mediático, poder realmente hacer enlaces entre quienes debemos estar unidos porque la división solo abona a la destrucción”.

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