Los tachones en el futbol son esenciales, sobre todo en la era moderna. La globalización ha provocado que el calzado deportivo se haya convertido en un mercado de casi 38 mil millones de dólares.

El mismo Antonio Briseño forma parte de ese comercio. Unas horas antes de arrancarle un pedazo de piel a Giovani dos Santos, el Pollo presumió su nuevo modelo con la marca Puma.

Las innovaciones en los calzados marchan rápido, con productos de último modelo cada mes. La competencia ha provocado que los zapatos sean cada vez más ligeros y coloridos.

Para los profesionales, las botas —como se les conocía antes— tienen otros accesorios, en los que incluyen los tachones de aluminio, como los que portó Briseño el sábado, durante el Clásico Nacional contra el América.

El metal es utilizado —según las marcas deportivas— para condiciones de lluvia, ya que el pasto se gasta y evita resbalones. De acuerdo con la empresa alemana, esos zapatos ofrecen superioridad en soporte, tracción y movimientos ágiles. El zaguero rojiblanco hizo todo lo contrario.

Reglamento no contempla tipo de zapato

En el reglamento de Competencia de la Liga MX, no existe algún tipo de señalamiento sobre los tachones de los jugadores.

En el artículo 95, inciso uno, sólo se menciona que el uniforme básico del futbolista es playera de juego, short, medias, espinilleras y calzado, sin importar que sea de goma, aluminio o ambos.

En el sexto, se menciona que “por razones de seguridad, los jugadores no utilizarán ni llevarán objetos que sean peligrosos para ellos mismos o los demás”, en referencia a anillos, pulseras y collares de cualquier metal, sin ejemplificar los tachones de aluminio.

Tradicionalmente, el cuarto árbitro es el encargado de revisar los zapatos antes del partido o a los suplentes que ingresan durante el cotejo. Con la pura mirada dan el visto bueno.

La FIFA tampoco establece un rubro para especificar qué tipo de calzado está permitido utilizar durante un partido; sólo la joyería.

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