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Ricardo Antonio Mohamed, director técnico campeón con los Rayados de Monterrey en el Apertura 2019, no dudó en decir que el título recientemente ganado, es el mejor de su carrera y lo ayudó a volver a ser el “Turco”. En declaraciones a la prensa de Argentina, el sitio enganche.com.ar, Mohamed aceptó que este es el mejor título de su carrera, al que más gusto le tomó.
¿Qué te pasó con este del título en México?
“La (primera) experiencia Monterrey, había sido buenísima, porque habíamos quebrado todos los récords. Nos fuimos porque perdimos dos finales y dos semifinales de Liga. Y bueno, entendí que tenía que romper el contrato e irme. Sentía que el club necesitaba otro entrenador para lograr el objetivo. Después vino la experiencia europea, siento que no me fue mal, sólo que ellos creo que se equivocaron de entrenador, por un tema de estructuras, de cómo querían jugar.
Y después vino lo de Huracán que no me fue nada bien, de acuerdo con lo que pensaba. Otra vez tomé una mala determinación, porque a esta altura de mi vida y de mi carrera tengo que saber qué tipo de futbolistas tengo que contratar. Y en ese caso, mi elección no fue la correcta. Ellos estaban entrenados para jugar de otra manera y no había ni tiempo de entrenar para poder cambiarlos. Y bueno, ellos no pudieron cambiar, yo tampoco y el perjudicado fue Huracán”.
Habló sobre lo cerca que estuvo de dirigir al Cruz Azul.
“Tuve muchas propuestas, estuve cerca de ir a Cruz Azul, no se dio por un tema en particular y a los 15 días me llamó Monterrey… Y realmente lo sentía como un desafío, en el cual yo puse como única condición que sea por dos meses y medio, porque creía que eso iba a hacer que todo mi enfoque estuviese en esa tarea: hacer un buen Mundial de Clubes y ganar el campeonato.
Cualquier error que cometiéramos quedábamos eliminados. Y fue un hermoso desafío y puedo decirte que es el título más importante de mi carrera. Está delante de todo, porque se dio con el club que yo quiero, en el club por el que tengo tanto afecto como Huracán y contra América y en el Azteca. Así que fue todo perfecto. Fue soñado y aceptamos el reto por el Mundial de clubes. Yo conocía el plantel, sabíamos que podíamos competir y fue todo espectacular”.
–Desde Villa Soldati hasta el Mundial de Clubes, ¿qué sensaciones te pasaron?
“El evento fue lo máximo, sentía que estaba en un Mundial, era toda una gran experiencia personal, porque quería competir de igual a igual. Siento que se les puede hacer frente mano a mano con una buena estrategia y con los futbolistas que puedan llevarla adelante.
No hay que ir como sudamericano o como parte de la Concacaf a defenderse ante los europeos. Nosotros le llegamos 12 veces claras y la estrategia fue recuperar y atacar, sabíamos cómo hacerlo, cómo defendernos. Nuestro plan de partido era hacerles daño y ganarles, no era solamente sobrevivir”.
Durante el juego contra el Liverpool hubo algunos roces con el alemán Jurgen Klopp, los cuales explica.
“Pasó que me faltó el respeto. Se la pasó pidiendo amarillas porque decía que le pegamos todo el tiempo a [Mohamed] Salah y cuando yo pedí una tarjeta para que expulsen a un jugador de ellos, me sacó la lengua y me burlaba como que era un maricón. Cuando lo vi, primero me reí, después lo puteé un poco y después me salió el barrio y perdí toda la elegancia y la compostura.
Si te tengo que decir qué le dije ni me acuerdo, porque pensé, si lo puteo en inglés no soy yo mismo. Así que me parece que le dije la c… bien de tu madre, a quién te comiste p… Me fui, porque nunca me meto con los bancos de suplentes, pero me volví loco porque sentí que me intentó basurear. No sé si reaccioné bien o mal, pero me salió de adentro”.
–¿Siempre la familia estuvo por encima de la pelota para vos?
“Cualquiera que es papá puede entender de qué se trata esto que me pasó a mí. Es realmente una caricia, es como sanar, no sé cómo explicarlo bien con palabras. Fue un momento emocionante, único y por eso estoy feliz. Y también la verdad es que hicimos felices a millones de hinchas de Monterrey”.
–¿Regresar al fútbol argentino?
“Voy a volver al fútbol argentino, seguro, quiero dirigir un equipo importante. Me lo debo, ya dirigí Independiente, pero fueron 7 meses de la Copa Sudamericana y después 6 meses más en el armado del equipo. La verdad es que en ese momento no estaban bien las cosas, había problemas, jugamos con lo que teníamos e hicimos bastante. Me gustaría dirigir alguno de los que tienen un presupuesto para buscar un campeonato”.
–Estás bajo la lupa de Boca siempre…
“Es una materia pendiente para mi carrera. Entrar a ese lugar y dirigirlo. Fui jugador y bueno me seduce mucho la posibilidad de alguna vez poder ser técnico de Boca. Pero lo real es que hoy soy el hombre más feliz del mundo en Monterrey”.
–En Celta entendiste que eligieron un entrenador equivocado, en Huracán no salió bien el plan, ¿en Monterrey volviste a ser el Turco Mohamed?
“Totalmente, cien por ciento. Ahí soy yo, como dicen los chicos. ‘Soy yo’. En Celta no pude sentirme cómodo, pero bueno, me sirvió como experiencia y si tengo que volver a Europa, ya sé a qué tipo de equipos puedo ir. Dónde puedo encajar”.
–¿En qué momento sos el Turco Mohamed y en cuáles Antonio Mohamed?
“Cuando estoy en el vestuario soy el Turco. Y casi siempre soy el Turco. Soy Antonio cuando entro a alguna reunión y no conozco a mucha gente. Pero el 90% del día soy el Turco o Tony, el del barrio”.
–¿Qué es lo mejor del Turco Mohamed y qué es lo peor?
“Uh. Me parece que soy buen amigo y que mi cara dice todo. Y lo que menos me gusta de mí… Mirá vo’… La papada. Lo que no gusta de mí, me parece que ya lo pasé, que era eso de sentirse más importante que los jugadores o situaciones de ego y que pude aprender a manejar. Si me acuerdo de algo más te aviso…”.