Más allá de que reconoce lo poco vistoso que fue su triunfo de anoche sobre Daniel Jacobs, porque "el rival no se prestó mucho para una pelea vistosa", Saúl Álvarez tiene bastante claros dos virtudes que le permitieron quedarse con los cinturones medianos del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) y la Federación Internacional de Boxeo (FIB): su juego de cintura y la paciencia mostrada.

"Todo fue muy bueno: el movimiento de cintura, la paciencia que tuve para enfrentar a un peleador como él, quien es muy difícil", comparte el "Canelo". "Sabíamos que los primeros asaltos íban a ser los más difíciles y después de eso, me adaptaría al estilo... Y así fue".

"Jacobs no es un boxeador al que le puedas conectar más de tres golpes. Fue una pelea difícil, pero -gracias a Dios- mostramos cosas que debíamos y ganamos, que es lo más importante".

Porque las críticas serían interminables en caso de un revés. Álvarez está consciente de lo complicado que es tener a todo el público satisfecho, pero -de entrada- él lo está consigo mismo.

"(Me siento) muy contento porque todo salió como esperábamos", afirma. "Jacobs es un gran peleador, difícil; lo sabíamos, y que debíamos tener la paciencia para ganar, ir llevándonos round pir round y -gracias a Dios- tenemos otro título, pero vamos por más".

El "Canelo" volverá al ring el sábado 14 de septiembre, con rival y sede por confirmar.

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