Ana Gabriela Guevara tiene nuevas responsabilidades como la próxima titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).

Primero, el tema de administración. Solicitar un presupuesto a la Secretaría de Educación Pública (en 2018, fue de 2 mil millones de pesos) para empezar fuerte. Por instrucciones del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, no se invertirá en infraestructura, por lo que le tendrá que sacar el mayor provecho a las instalaciones que ya existen.

Los lujos no están en la agenda de la ex velocista. Sus prioridades están en lo bonito y barato. Lo que tenga que ser sacrificado, como las Academias u otros programas, lo será, en caso de ser necesario.

La sonorense entendió que la Secretaría del Deporte, su gran propuesta antes de ser nombrada como la próxima directora de la Conade, tendrá que esperar, mínimo hasta después de Tokio 2020. El proceso jurídico y presupuestal sería mucha carga muy pronto en la nueva administración.

Segundo, lo deportivo. Fomentar a los atletas que asistirán a los Juegos Panamericanos Lima 2019 y, al año siguiente, los Olímpicos de Tokio. Sin embargo, la apuesta de Guevara está en lo social, por encima de los éxitos internacionales.

Desde Sidney, las deportistas han sumado más preseas en los Juegos Olímpicos que los hombres, 14 y 12, respectivamente. A la medallista en Atenas 2004 le entusiasma equilibrar la balanza para el reconocimiento a las mujeres.

Tercero, la corrupción. Como titular del organismo, Guevara Espinoza no puede desconocer a ningún presidente de las federaciones deportivas en el país, ya que son autónomas y reconocidas por el Comité Olímpico Internacional. Sin embargo, sí deben rendir cuentas, porque en los últimos años se han destapado casos de corrupción en algunas de estas organizaciones, como la de tiro con arco, boxeo y beisbol.

Ante esto, Ana Gabriela tendrá mano dura y dejará que los casos abiertos sobre algunas federaciones sigan su curso.

¿Debe continuar la ruta de que las federaciones rindan cuentas a la Conade?

—Es nuestra ficha de entrada: combatir la corrupción. No hay oportunidades de recomponer alguna situación. Entonces, creo que en el tema de las federaciones tendremos que dejar claras las reglas del juego y, de ahí, transitar. Saber cuál será la línea de trabajo para todos.

¿No habrá tolerancia?

—Es un tema de ley, no de criterio. Antes, existía el perdón. Hoy, la situación es otra, siendo una plataforma de Gobierno no debemos perdonar tantito. La ley Castillo va a prevalecer. Los que ya tienen procesos iniciados no se detendrán.

En tu paso como atleta, ¿sufriste corrupción?

—La corrupción fue el motivo de mi retiro. Exhibir, no sólo a la Federación de Atletismo, a todo el sistema. El presidente de Atletismo en ese entonces, Mariano Lara Tijerina, recibía recursos de la Federación Internacional y de la Conade, y lo de una de ellas iba a su bolsa. Ya existe una ley de servidores públicos que dice que toda persona moral o física que recibe recursos de la nación tiene que comprobar los gastos. Así están todas las federaciones.

¿Cuál es el objetivo en el corto plazo?

—Primero, contar con la radiografía de qué recibimos y dónde estamos. Hacer una comparación con lo que queremos lograr y unir las estrategias con el próximo secretario de Educación, Esteban Moctezuma. Diciembre ya está encima, ahí tenemos que engancharnos y seguir.

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