La docuserie de ‘Maradona en Sinaloa’ fue bien recibida entre los aficionados y no aficionados al futbol, pero hay detalles que no se contaron como en toda serie y aquí te los presentamos:

Antes de que Diego llegara a Culiacán, la directiva ya le buscaba casa en el residencial ‘La Primavera’, uno de los más exclusivos, pero el consejo de administrativo y de vecinos impidió que el ‘Pelusa’ habitara ahí por todo los escándalos que lo han rodeado, nunca midieron el impacto de la noticia al negarle la entrada y al poco tiempo quisieron desmentir la versión, pero era muy tarde ya que varios miembros del consejo habían filtrado dicha información.

Maradona protagonizó uno de sus pocos escándalos al llegar a Dorados fuera de Sinaloa y fue en Guatemala, cuando tuvo que viajar hacia allá para tramitar su visa de trabajo y al asistir a comer a un restaurante en dicho país se armó un escándalo dentro de él, que tuvieron que abandonar el lugar.

Cuando el argentino llegó a Dorados buscó la manera de motivar a los jugadores, independientemente de las palabras y las historias que les podía contar, realizó una rifa dentro del equipo en su primer torneo sobre artículos de lujo de una de las marcas que lo patrocina y al parecer si le funcionó.

Al poco tiempo que llegó Diego a Culiacán, lo hizo también su ex novia Roció Oliva, quien no fue vista por buenos ojos dentro del club sinaloense, ya que lo incitaba a tomar alcohol más de la cuenta y pedía viajar con Maradona aparte en otro avión diferente al equipo, al volver a Culiacán después de cada partido.

La fiesta de cumpleaños de Maradona que le organizó el club fue una de las cosas que no se vieron en la serie y hubiera sido interesante para el público ver la asistencia a dicho evento por parte de la leyenda del boxeo Julio César Chávez, así como las felicitaciones de cantantes, actores y famosos a nivel mundial.

En la serie no se cuenta como terminó la relación laborar del primer auxiliar técnico de Maradona, Luis Islas, quien salió hablando pestes de la directiva del Gran Pez y quiso alzarse el cuello en medios internacionales al hacer referencia que él era el verdadero técnico de Dorados, por lo cual ni el club, ni Maradona lo quisieron tener de vuelta.

Los refuerzos que llegaron para el clausura, Maradona nunca tuvo decisión de escoger qué jugadores eran, solo dio referencias de posiciones y el club se encargó de elegirlos.

Gaspar Servio, ex portero de Dorados, se realizó un tatuaje con el rostro del 10 en una de sus piernas, lo cual no cayó bien ni al exterior, ni al interior del equipo, fue ahí donde inició una de las divisiones del grupo, por lo que dicen gente cercana al club, el portero perdió el piso después de la primera temporada y con la capitanía de Dorados se sentía dueño del equipo, lo cual terminó por dividir al equipo.

Maradona siempre estaba atento a todo y para muestra fue que cuando jugadores de fuerzas básicas se lesionaban, el Diego buscaba como cubrir los gastos y ayudar en lo que se pudiera sin esperar ningún reembolso.

Cerca del final de la era Maradona en Culiacán, los viajes entre temporada regular y arranque de Liguilla eran en muy corto tiempo y más seguido por lo que el técnico del Gran Pez contrató en algunas ocasiones vuelos charter pagados de su bolsa para no desgastar a sus jugadores con tantas horas de vuelo y recuperarlos más rápido físicamente.

Maradona se peleó con Verónica Ojeda, madre de su hijo Dieguito Fernando y tuvieron que salirse de su casa y pasar estos últimos dos, la última semana en un hotel para irse de vuelta a Argentina.

Sin Duda el gran éxito de Diego Armando Maradona en Dorados fue que tomó en serio su papel de técnico y no abandonará al equipo por algún escándalo, que era algo que se temía a su llegada.

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