No todo fue fiesta en la inauguración del nuevo estadio de los Diablos Rojos del México. El Alfredo Harp Helú albergó su primer lleno, su primer juego y su primera riña.

Al término del duelo entre escarlatas y el equipo de prospectos de los Padres de San Diego, un aficionado y su acompañante golpearon a un elemento de la policía bancaria por impedirle orinar en unas escaleras del inmueble.

Los elementos de seguridad y el grupo de aficionados se dirigían a la salida cuando uno golpeó con la cabeza a un policía. Ambos terminaron hasta el final de las escaleras, donde el seguidor de los rojos siguió golpeándolo.

Sus acompañantes y seguridad del estadio tuvieron que detener al aficionado, quien se encontraba en estado de ebriedad. 

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