Mientras prácticamente toda la delegación mexicana que participará en los Juegos Panamericanos viajó a Lima en clase turista, algunos personajes de pantalón largo siguen sintiéndose los reyes del espectáculo.

Y es que el presidente de la Federación Mexicana de Pesas, Rosalío Alvarado, decidió que para volar a Lima lo tenía que hacer en asiento de primera clase, no vaya a ser que se canse para ir a ver a los halteristas mexicanos

Rosalío, conocido como el cacique de esta disciplina de nuestro país, abordó el vuelo AM 46 de Aeroméxico en uno de los lugares más privilegiados y que tienen un costo promedio de 15 mil pesos promedio tan solo por la ida. Un gasto innecesario si recordamos que en el pasado varios deportistas como Bredni Roque tuvo que competir con un uniforme parchado debido a que el que le entregó la Federación no servía.

En el deporte mexicano los federativos suelen hacerse viejos en el cargo, tal como ha pasado con Alvarado que lleva más de 15 años y se mantienen con las mismas mañas de primero su comodidad.

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