En la avenida Aztlán, donde hace apenas 24 horas quedó tendido, agonizando, un aficionado de Tigres, ahora se reza.

Hay veladoras y un joven con la camiseta de los felinos pide mediante un cartel: “Por el amor de Dios. Tigres y Rayados. No más Violencia. Pongamos el ejemplo”.

La gente pasa y mira curiosa la escena. Las veladoras ocultan la sangre que mancha todavía  el asfalto.

Hay quienes hablan del hecho… “yo lo ví, yo lo grabé”… Otros se hacen los desentendidos aunque conocen la barbarie cometida ahí y los menos pasan indiferentes, para ellos sólo es uno más de los incidentes que ocurren cada vez que los Tigres y los Rayados se ven las caras en el Clásico Regio, frente a la auto nombraba “Mejor afición de México”.

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