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Ekaterimburgo.— Caminar le pesa a Juan Carlos Osorio. El sentarse y ver la sala de prensa, semivacía, no es un a livio. Sabe que los días que vienen serán peores que los tres años de críticas que aguantó en todo el proceso.
La derrota llegó en el momento menos propicio, y aunque al final, la clasificación a octavos no es poca cosa, sabe que para él, la exigencia siempre está más allá.
“Cada partido es una historia diferente, como acaba de suceder, y la gran lección de hoy [ayer], es que debe haber un punto intermedio, sin renunciar a nuestro juego. Normalmente cuando jugamos contra un equipo de esa idea de futbol tan directa, lo hemos hecho con tres defensores centrales, dominantes en el juego aéreo y un medio centro que los protege por delante”, dice con la cara arriba. El resultado dolió.
Aunque, parece que hay justificantes. “Lo que le pasó [la amonestación a Jesús Gallardo apenas a 20 segundos de iniciado el juego], fue devastador para mí, porque si hay alguien honesto para competir ese es Jesús; era algo innecesario y eso hizo que su juego fuera limitado”.
Además de todo, “fue agobiante llegar con seis puntos a este juego y no estar clasificados”.
El colombiano protege a los suyos. No quiere señalar culpables: ni líneas en lo general, ni jugadores en lo particular. Para Osorio, todos cumplieron, todos hicieron su trabajo.
“Edson [Álvarez] hizo una jugada magistral [salir jugando desde la media cancha] y pedirle a un chavo de 20 años que la haga más de una vez, fue mi culpa; al igual que él vamos a aprender”.
Ensalza lo hecho por los más jóvenes del grupo en defensa: “Valoro la madurez que han mostrado Edson y Jesús. La presión se vive de manera diferente”.
Al final, todo es cuestión, según Juan Carlos Osorio, de aprender: “Volveremos a revisar el partido y ser diferentes”.