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Al América cuando se le tiene en la lona no hay que dejarlo con vida, porque en ocasiones, un suspiro, una gota de sangre, es suficiente para que vuelva de sus cenizas cual ave fénix... O en este caso my específico, águila.
Sí, los azulcremas regresaron de Monterrey en desventaja, cayeron en el juego de ida de la gran final del Apertura 2019 ante los Rayados por 2-1, pero más que lamentarse, la Nación águila se nota tranquila, porque en su historia, en su pergamino, hay escritas hazañas, las llamadas remontadas, en las que se demuestra que a este equipo nunca se le puede dar por muerto, porque dos minutos en el reloj es tiempo suficiente para alcanzar y también levantar el trofeo.
Trece títulos tienen las Águilas en la llamada era moderna del futbol mexicano, cuando dicen se convirtió en profesional; de esos, ha levantado la mano en señal de triunfo en doce series con finales, y de esa docena, en siete se ha ido al juego de vuelta en desventaja, sí, perdiendo al final dos, pero remontando en cinco... Por eso es válido decir que nunca se puede dar por muerto al América.
La primera vez que las Águilas vinieron de atrás fue en el torneo PRODE 85, en la ida fueron goleadas estrepitosamente por el Tampico Madero (4-1), y en la vuelta ganaron 4-0 con una gran actuación de Efraín Fanny Munguía. La más recordada ha sido la del Clausura 2013, cuando en dos minutos empataron al Cruz Azul, para forzar los penaltis y coronarse. Esto fue con Miguel Herrera como su DT.
Pero no todo ha sido felicidad, en dos series los capitalinos no han logrado crear el milagro. Fue en el Clausura 2007 ante los Tuzos del Pachuca y en el Apertura 2013 contra el León.
La historia ahí está, en el ADN americanista se encuentra el gen de nunca darse por vencido.
Nunca hay que dar por muertas a las Águilas... Aunque falta ver lo que diga Monterrey.