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Resulta casi imposible hallar una sonrisa en los tricolores que emprenden el regreso a la Ciudad de México, pero hasta la zozobra tiene tonalidades.
Eso explica que haya semblantes que muestran mayor preocupación que otros. Se trata de quienes están conscientes de que no hicieron un buen partido ante Gales y su presencia en la nómina mundialista peligra.
Después del amistoso del sábado, frente a Escocia en el Estadio Azteca, Juan Carlos Osorio dirá quiénes son los cuatro futbolistas que acompañarán al lesionado Néstor Araujo en la lista de bajas de la Selección Mexicana. Ya hay algunos que se perfilan:Erick Gutiérrez, Jürgen Damm, Jesús Molina y hasta Giovani dos Santos.
Gutiérrez imaginaba su verano con vacaciones, previo a reincorporarse al Pachuca o estudiar alguna de las muchas ofertas que ha recibido. Todo cambió con la lesión en el nervio peroneo de Andrés Guardado. Fue entonces que el jugador de los Tuzos mutó en opción. El problema: no se vio bien contra Gales.
“Sé que me estoy jugando el Mundial, que es una oportunidad muy grande”, reconoce. “La verdad es que no me esperaba estar aquí, pero me encuentro feliz; tengo que mostrar mi nivel y, por ahí, me meto en los 23 para ir al Mundial”.
“Esperemos que Andrés se recupere, porque es un jugador muy importante para la Selección y yo estoy aquí trabajando, aprovechando la oportunidad que me da el profesor Osorio, contento, y lo único que me queda es trabajar para poder ganarme un lugar”, sentencia.
Panorama muy parecido al de Damm, quien —incluso— ha sido utilizado como lateral derecho por el estratega colombiano. Su hábitat está en el ataque, pero las pocas oportunidades hacen que intente ganarse un sitio como sea.