Escorts que trabajan de manera independiente y otras que se anuncian en las más de 100 páginas de internet para ofrecer sus servicios sexuales, exigen a las autoridades seguridad y sobre todo, garantías para que puedan seguir ejerciendo “la profesión” en la Ciudad de México, la cual aseguran, se ha convertido en la más violenta en contra del gremio,pues durante el año pasado, siete de ellas fueron asesinadas.

En este sentido, aseguran que parte de la responsabilidad de los homicidios registrados recae sobre ellas mismas al elegir como “parejas” a personas involucradas en negocios ilegales, sin embargo, a pesar de eso, explican que para las escort, acompañantes o modelos, no hay garantías ni apoyo de las autoridades cuando acuden a denunciar un hecho violento o a pedir ayuda.

Por lo que son víctimas de robos, explotación sexual y además reciben golpizas sin que nadie intervenga por ellas, ni siquiera organizaciones civiles en pro de ejercer el trabajo sexual de manera segura.

 

Explican, además, que eso se debe principalmente a que 90% de las escort que trabajan en la Ciudad no tienen los permisos necesarios para permanecer en el país de manera legal y esto provoca que las autoridades, en lugar de ayudarlas, las revictimizan.

Pues en algunos de los casos donde se ha pedido ayuda, sólo recogen información sobre la manera de operar de los grupos de tratantes y después las turnan a Migración, donde las deportan, por lo que no saben qué pasa con las investigaciones y ellas pierden todo lo que han ganado en dos o tres años.

“Lo primero que se debe aclarar en estos casos es que muchas de las amigas que mueren así, es porque se lo buscaron. Historias como las de Kenni, Karen o el de las dos chicas colombianas que murieron en el Ferrari en Acapulco hay por montones aquí, a ellas les gustan esos tipos de clientes, los eligen así, un mundo de mucha droga, excesos y aunque saben que un día van a terminar así, siguen”.

“Pero independientemente de esto, nosotros no tenemos garantías de nada, nadie nos ayuda, no podemos denunciar que nos roban, que nos golpean y que nos matan, una cosa es lo que hacemos y otra cosa es que algunos clientes abusen y que no le importemos a nadie y la prueba es que no han atrapado a nadie por las muertes de las otras escort, no tienen ni pistas ni ideas de nada”, comenta Marlene, acompañante independiente que ofrece sus servicios en redes sociales.

A raíz de esta situación, el gremio empezó a protegerse, han creado chats y sostienen comunicación donde se alertan y se advierten de clientes agresivos.

 

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