Ante la variación de precios en productos comercializados en la Central de Abastos, locatarios superan los desafíos diarios buscando ofrecer el mejor producto al mejor precio para el consumidor final, pero también comienzan a resentir las bajas ventas.

Manuel Valdez Espinoza, presidente del Patronato de la Central de Abastos en San Luis Potosí, informó que las ventas en comparación al año pasado bajaron entre 20 a 30%.

Atribuye que esto se debe a la variación de precio y factores externos como la baja de producción por temporada y el encarecimiento por la inflación que se ha tenido todo el año.

Desde la Central de Abastos, cuando ocurren incrementos en producto, bodegueros también reducen su inversión por las perdidas que podrían representar la baja distribución del producto para su comercialización en mercados y comercios.

Valdez Espinosa explica que las perdidas de una inversión en un camión de 15 toneladas de un producto encarecido suele tener una fuerte inversión que, por lo regular, supera los 60 mil pesos, si no se vende la mitad del producto representa un perdida de 30 mil pesos de inversión y se suma la pérdida de las ganancias que podrían obtenerse.

“Es muy variable el riesgo de inversión, tanto como distribuidor, comerciante y también de quien transporta y no logra distribuir todo el producto en las diferente centrales de abasto”, puntualizó.

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