La Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) busca convertir la reciente suspensión de aranceles por parte de Estados Unidos en una decisión definitiva, evitando que se reactive el impuesto del 25% a las importaciones mexicanas y canadienses.
Imelda Elizalde Martínez, presidenta de Canacintra en San Luis Potosí, destacó que la pausa impuesta por el gobierno estadounidense demuestra que existen alternativas viables para fortalecer la industria regional sin recurrir a barreras comerciales.
“El hecho de que se haya logrado frenar estos aranceles nos da margen para negociar y buscar soluciones más justas para todas las partes”, señaló.
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No obstante, advirtió que Estados Unidos ha utilizado los aranceles como una estrategia de presión hacia sus socios comerciales, lo que genera incertidumbre en los mercados globales.
Ante este panorama, la Cámara ha comenzado a diseñar propuestas concretas para influir en las decisiones comerciales de Estados Unidos y evitar que la suspensión sea solo un alivio momentáneo.
Entre las primeras acciones, ya se han establecido mesas de diálogo con los sectores del acero y el aluminio, industrias que fueron especialmente afectadas por estas medidas proteccionistas.
“Estamos analizando qué podemos aportar para que esta suspensión no solo se extienda más allá de un mes, sino que desaparezca completamente la amenaza de nuevos aranceles”, explicó.
Asimismo, resaltó la necesidad de reforzar los lazos comerciales dentro de la región, en lugar de permitir que se fracturen.
“Debemos apostar por la cooperación, consolidar cadenas de suministro fuertes y asegurar que nuestra industria se mantenga competitiva a nivel global”, puntualizó.
La líder empresarial destacó que Canacintra continuará promoviendo reuniones con empresarios y autoridades para definir estrategias que permitan consolidar un entorno comercial estable y justo.
“La industria mexicana no puede estar sujeta a incertidumbre cada vez que se busque renegociar condiciones. Necesitamos reglas claras y relaciones comerciales que beneficien a todos”, enfatizó.
Con este esfuerzo, el sector empresarial espera evitar futuras disputas comerciales y fortalecer la posición de la manufactura mexicana en el mercado internacional, asegurando un crecimiento sostenido sin el riesgo de nuevas barreras arancelarias.
