La calificadora Fitch Ratings dijo que la incertidumbre política y económica en México afectará el crecimiento del crédito de los bancos que operan en el país, el cual crecería entre 6 y 8% en términos nominales al cierre de 2019.

Según la agencia, si bien la incertidumbre es característica en el primer año de gobierno, actualmente existe mayor inquietud en el sector financiero, lo cual tendría impacto directo sobre el financiamiento.

“Si bien los bancos de México son rentables y están bien capitalizados, la posible desaceleración cíclica del consumidor, la inversión y la confianza empresarial pueden presentar riesgos de crédito cada vez más bajos para los bancos y las instituciones financieras no bancarias”, dijo Fitch Ratings.

La calificadora añadió que un riesgo potencial para los bancos es el litigio que mantiene la Comisión Federal de Electricidad que pretende cobrar 5 mil millones de dólares en contratos de ductos firmados por la administración anterior. “Es un riesgo potencial para los bancos mexicanos. La CFE ha presentado un arbitraje internacional para forzar la renegociación”, dijo.

La calificadora recordó que su estimado de crecimiento para la economía mexicana es de apenas 1% en 2019, con lo que es muy probable que los datos muestren una contracción del PIB real del país en el segundo trimestre del año.

“Una contracción continua en la inversión fija ha sido el lastre clave en la economía, con una disminución en la producción del sector energético que pesa especialmente en el crecimiento. La confianza empresarial en la manufactura, la construcción y el comercio se ha mantenido relativamente estable desde la elección, aunque los indicadores de confianza de la manufactura se mantienen cerca de mínimos cíclicos”, explicó.

En ese sentido, dijo que la confianza del consumidor en México ha sido más volátil, lo cual se ha reflejado en una disminución del crecimiento de los créditos de la banca.

“Los datos recientes de Banco de México indican que los préstamos familiares han sido menos resistentes y se han desacelerado más rápidamente que los comerciales, lo que refleja las tendencias de confianza del consumidor y la disminución del apetito por el riesgo de los bancos en medio de un entorno operativo difícil”, dijo.

A la par, explicó que los bancos grandes también han recortado la exposición a empresas de mayor riesgo, en particular las pymes, aunque los bancos pequeños a medianos y las grandes instituciones financieras no bancarias con un acceso adecuado al financiamiento han ingresado en el segmento.

“Los bancos han reducido recientemente la exposición a tarjetas de crédito y otros préstamos de consumo no garantizados, en lugar de suscribir préstamos de consumo garantizados como nómina, automóviles e hipotecas”, comentó Fitch Ratings.

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