Tras el acuerdo tomado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, sobre no continuar con el proceso de revisión del Salario Mínimo General vigente, el presidente estatal de la Coparmex en el estado, Jaime Chalita Zarur lamentó que tras esta determinación se agoten los trabajos para que se haga un ajuste y con ello mejorar la calidad de vida de las familias mexicanas.
El líder empresarial explicó que durante la sesión celebrada el día de ayer, la representación del gobierno federal determinó de manera inconveniente sugerir a los representantes obreros y patronales no continuar con el proceso de revisión.
Hizo mención que el pasado 24 de abril, la Coparmex solicitó al presidente de la CONASAMI, que en cumplimiento de la resolución del 21 de noviembre de 2017, realizara los análisis técnicos pertinentes para un ajuste del Salario Mínimo General de 88.36 pesos a 98.15 pesos diarios, y con ello alcanzar la Línea de Bienestar fijada por CONEVAL en la cantidad referida.
“Conforme a los principios y valores de la Coparmex, una economía de mercado con responsabilidad social, presupone como condición básica, que cualquier trabajador que desarrolla una jornada de trabajo completa en la economía formal, con independencia de la actividad que realice, debe de obtener el ingreso indispensable para cubrir, como mínimo, las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias”, puntualizó.
Sostuvo que la organización ratifica, de acuerdo a sus análisis que sí existen las condiciones económicas para ajustar el salario de los trabajadores mexicanos.
“El Sindicato Patronal asume de forma respetuosa las determinaciones mayoritarias adoptadas por la CONASAMI, que infortunadamente, interrumpen la evolución favorable que durante 2017 observó el Salario Mínimo General, para aproximarse a la Línea de Bienestar”.
Finalmente aseguró que esta cámara empresarial se mantendrá en la pugna en la búsqueda de una nueva cultura salarial, que otorgue a la fuerza laboral los niveles de remuneración mínimos competitivos, que coincidan con la realidad económica actual, y que deje de ubicarse en los niveles más bajos -y con una tendencia decreciente- en los niveles comparativos de remuneración salarial de América Latina y la inmensa mayoría de sus socios comerciales.
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