Petróleos Mexicanos (Pemex) cerró el primer año de esta administración como el peor en materia de producción de gasolinas desde 1990 y también con el peor arranque de los últimos cuatro sexenios.

Las refinerías que opera la empresa productiva del Estado generaron 189.5 mil barriles diarios en promedio el año pasado, es decir, ocho mil 600 menos que en 2018, lo que se traduce en una caída de 4.4 por ciento.

El dato publicado ayer revela que este volumen representa una oferta de la petrolera al consumo nacional de apenas 2.6 litros por cada 10 de consumo diario, el mismo porcentaje que se registró un año antes.

Los 7.4 litros restantes para cubrir la demanda se tuvieron que adquirir a productores de petrolíferos de otros países.

Pemex y la Secretaría de Energía (Sener) habían mantenido como pendientes los datos de refinación correspondientes a diciembre de 2019, a pesar de que la petrolera hizo públicos sus resultados operativos el pasado 24 de enero.

Estadísticas del Sistema de Información Energética de la Sener muestran que el primer año de esta administración reportó la peor caída si se le compara con el arranque de sexenio del expresidente Vicente Fox, cuando se reportó una reducción de 0.21 por ciento en la producción de gasolinas entre 2000 y 2001.

En el primer año de su gobierno, Felipe Calderón tuvo un ligero incremento en la plataforma de producción de combustibles de 0.44 por ciento en 2007, respecto al año previo.

En tanto, en el sexenio del exmandatario Enrique Peña Nieto se registró un incremento de 2.09 por ciento entre 2012 y 2013.

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Parte del problema, según la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Sener, tiene que ver con el bajo índice de capacidad instalada al que operaron los complejos que integran el Sistema Nacional de Refinación —las refinerías de Tula, Salamanca, Madero, Minatitlán, Cadereyta y Salina Cruz.

Además, influyen los reducidos presupuestos para mantenimiento, así como la falta de petróleo crudo para procesar.

En 2012, dicho sistema operó a 71 por ciento. Para 2018, cerró con 40 por ciento y en 2019 se ubicó ligeramente por debajo de 40 por ciento, lo cual tuvo un impacto significativo en la producción de los principales petrolíferos que demanda el mercado nacional: gasolinas en sus tipos Magna Premium.

A nivel de refinerías, los datos oficiales de Pemex y la Sener muestran que cuatro de las seis refinerías redujeron sus niveles de producción de gasolina Magna, que es la de mayor consumo en el país.

Cadereyta la disminuyó ocho por ciento; Tula, 14.6 por ciento; Salamanca, 33.9 por ciento, y Salina Cruz, 21.9 por ciento.

Sin embargo, el aumento en las refinerías de Madero y Minatitlán no fue suficiente para compensar la caída de las otras cuatro.

La información oficial de la Secretaría de Energía indica que la inversión física presupuestaria de la industria petrolera (incluido el segmento de negocio de refinación) se redujo de 311 mil 993.2 millones de pesos en 2012 a 188 mil 693.1 millones en 2018.

Lo anterior representa una caída de 39.5 por ciento y que se dejaran de gastar 123 mil 300 millones de pesos.

Sin embargo, para 2019 hubo un aumento en la inversión física a 273 mil 69 millones de pesos, que resultó insuficiente para revertir la tendencia descendente de la producción de gasolinas.

Al mismo tiempo, la extracción de petrolero crudo, principal materia prima para la elaboración de combustibles automotores se redujo de dos millones 547 mil barriles diarios en 2012 a un millón 700 mil barriles durante 2019.

Petróleos Mexicanos dejó de ofertar tanto al mercado nacional como al de exportación 847 millones de barriles diarios en promedio durante ese mismo periodo.

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