Luego de que el secretario del Trabajo y Previsión Social del Gobierno de México (STPS), Marath Bolaños López, diera a conocer la ruta para implementar la en el país, autoridades en San Luis Potosí adelantaron que el proceso será paulatino y permitirá a las empresas prepararse con anticipación.

Bolaños López explicó que el esquema contempla una disminución de dos horas a partir de 2027, para continuar con recortes anuales del mismo tamaño hasta llegar a una jornada de 40 horas semanales en 2030.

Frente a este anuncio, el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social del estado, Crisógono Sánchez Lara, consideró que el planteamiento responde tanto a las necesidades de los empleados como a los ajustes que deberán hacer los empleadores.

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“Es una medida que equilibra los intereses de ambos lados. Ya venía discutiéndose desde hace tiempo y se había programado aplicarla de manera progresiva conforme avanzara la legislación federal”, señaló.

El funcionario local destacó que la gradualidad permitirá que las empresas puedan reorganizar sus procesos y prever costos, mientras que los empleados tendrán claridad sobre las etapas de implementación.

Añadió que, aunque algunos rubros como el turístico han expresado dudas sobre cómo adaptarse, el proceso dará espacio para atender particularidades.

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“Cada sector tiene dinámicas propias y deberá llegar a acuerdos con su personal. Habrá industrias donde el ajuste será más complejo, como la construcción, pero eso no descarta que puedan adecuarse con el acompañamiento de las autoridades laborales y económicas”, afirmó.

Sánchez Lara subrayó que la reforma representa un avance significativo para la calidad de vida de los trabajadores, pues menos horas de jornada no solo significa descanso, sino mayor productividad y mejor desempeño.

“Un empleado que no llega al límite del agotamiento rinde más, se compromete más y contribuye mejor a los resultados de la empresa. Cuando se le reconoce, se le escucha y se le brinda estabilidad, eso se refleja directamente en la producción”, dijo.

El titular de la dependencia estatal insistió en que la reducción de horas no debe verse como una carga para el sector empresarial, sino como una oportunidad para fortalecer la relación laboral y mejorar las condiciones dentro de los centros de trabajo.

“La confianza y la tranquilidad del trabajador repercuten en toda la organización. Ese es el objetivo: que la reforma no solo mejore el bienestar de las personas, sino también la competitividad de las empresas”, concluyó.

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