La Liga Sindical Obrera Mexicana anunció el inicio oficial de su proceso de afiliación y organización dentro de la planta BMW San Luis Potosí, luego de que un grupo de colaboradores denunciara que, desde que la empresa comenzó operaciones, nunca han podido escoger libremente a la organización sindical que debe representarlos.

Representantes de la Liga Sindical Obrera recordaron que el caso BMW fue uno de los que integraron la queja 2694 ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), derivada de la llamada contratación colectiva de protección patronal.

En 2014, explicaron, la CTM firmó un contrato colectivo con la compañía cuando la fábrica aún no existía y no había un solo empleado contratado. Cinco años después, cuando la planta abrió sus puertas en 2019, los trabajadores fueron recibidos con las mismas tablas salariales y condiciones pactadas en aquel acuerdo previo, ejemplo del esquema laboral predominante en México durante décadas.

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Por ello, señalaron la OIT insistió en la necesidad de erradicar este tipo de contratos que, lejos de garantizar derechos, servían para legitimar prácticas que vulneraban libertades sindicales fundamentales. Aunque en algunos sectores ese modelo ya ha quedado atrás, en la mayoría de los casos, como en BMW, se mantuvieron convenios hechos a modo para los intereses empresariales, sostenidos mediante presiones, injerencia patronal y manipulación.

La reforma laboral de 2019 abrió una vía distinta: todas las revisiones contractuales deben someterse a consulta de los trabajadores, lo que permite rechazar acuerdos opacos o perjudiciales para la mayoría.

Precisamente eso ocurrió, explicaron los integrantes de la liga en la más reciente votación de 2025 convocada por la propia CTM, un proceso que calificaron como poco confiable ya que un total de 849 trabajadores votó en contra y 920 a favor, resultado que, según la Liga Sindical Obrera reflejó un fuerte cansancio ante la falta de una negociación auténtica y ante las condiciones laborales que enfrentan quienes producen vehículos de alto valor, pero cotidianamente sufren maltratos y decisiones arbitrarias.

“Ese hartazgo nos llevó a organizarnos”, señalaron. Un grupo de mujeres y hombres de la planta decidió integrarse a la Liga Sindical Obrera Mexicana e iniciar una campaña de afiliación que les permita reunir el porcentaje de apoyo requerido para solicitar ante el Tribunal Laboral Federal una consulta formal, segura e imparcial, donde por primera vez la plantilla pueda votar de manera libre, secreta y con información suficiente por el sindicato que desee representarlos.

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Los trabajadores informaron que este mismo día notificaron a la dirección de la empresa que han sido nombrados delegados y delegadas especiales de la liga dentro de la planta, lo que les otorga atribuciones para llevar a cabo labores de representación bajo el amparo de la legislación mexicana y los convenios internacionales firmados por el país.

Asimismo, exigieron a la compañía mantener absoluta neutralidad en los asuntos sindicales, es decir, no favorecer a ninguna organización y garantizar la protección e integridad de todos los empleados.

En un mensaje dirigido a la plantilla completa, afirmaron que su objetivo es que “por fin se respeten nuestros derechos”, respaldados por un sindicato comprometido con los intereses de la base trabajadora.

Recalcaron que nadie debe temer afiliarse ni ejercer su derecho a la libertad sindical.

La decisión también fue comunicada a los gobiernos de México, Estados Unidos y Alemania. Subrayaron que, de ser necesario, están dispuestos a recurrir al Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida del T-MEC, el cual puede activarse si existen actos de intimidación, represalia o violaciones a sus derechos colectivos dentro de la planta.

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