Juan Díaz de la Torre sabe que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) no apoyó a Andrés Manuel López Obrador en el proceso electoral del pasado 1 de julio y que la organización no puso el logotipo, el lema ni los recursos del magisterio con Morena; sin embargo, asume que ahora es momento de “dejar atrás la disputa” y compromete que los maestros estarán al lado de “la autoridad legítimamente constituida”.

De visita en las instalaciones de EL UNIVERSAL, define que el sindicato más grande de América Latina “siempre ha estado a favor y del lado de las instituciones de la República”, y que espera construir con el próximo presidente de México una relación “personal e institucional”.

A un mes del proceso electoral, afirma que el resultado en las urnas no determina la vida interna de la organización y que el magisterio lo eligió para permanecer al frente del SNTE hasta febrero de 2024.

“No estoy aquí por una vanidad personal o por una intención de prevalecer artificialmente..., no es una vanidad ni un ego personal el que esté en esto”.

A quienes lo han acusado de traicionar a Elba Esther Gordillo Morales, hace cinco años cuando fue encarcelada, les dice que “nada puede estar más alejado de eso”.

Describe que él fue electo por la dirigencia, no fue designado en una oficina gubernamental (como sí lo hizo el presidente Carlos Salinas en 1989 con Elba Esther) y que les ha cumplido a los maestros.

“No he traicionado a absolutamente a nadie”.

Quienes sí lo han hecho son “quienes promuevan la fractura, la división, la segmentación o la ruptura de la unidad. Traicionan al movimiento sindicalista que se rige por un principio de unidad en la acción”.

Asegura que no tiene idea de la condición en que se encuentra el proceso judicial en contra de la ex dirigente. Reconoce que no ha tenido contacto con López Obrador ni con el virtual secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán.

Menos aun le consultaron, en cortesía como en el pasado, la designación de uno de los hombres cercanos a la ex lideresa Elba Esther Gordillo al frente de la Secretaría de Educación Pública. “No es nuestra responsabilidad”, afirma.

Hoy asegura que la reforma educativa se debe modificar, en particular la Ley del Servicio Profesional Docente, que dejó a cerca de 300 profesores en tribunales por descuentos indebidos, ceses injustificados o promociones y plazas no entregadas por una mala interpretación de las normas.

¿Cuál será la posición del sindicato frente a la administración de Andrés Manuel López Obrador?

—El escenario actual se deriva de un proceso electoral contundente. Con una participación libre, democrática, de la ciudadanía. El sindicato reconoce la necesidad de transformar al país, que consolide el desarrollo, que logre cambiar la percepción que se define mucho por inseguridad, inequidad, injusticia y corrupción. La posición concreta del sindicato es respaldando el mandato de la ciudadanía y a favor de Andrés Manuel López Obrador.

¿Cómo va a ser la relación del SNTE con el nuevo gobierno ?

—Buena, porque el SNTE siempre ha estado a favor y del lado de las instituciones de la República, al lado de la autoridad legítimamente constituida, y hoy no será la excepción.

¿Y su relación con Andrés Manuel López Obrador como será?

—Personal e institucional, porque Juan Díaz lo que representa es una institución. Estamos decididos a favorecer la política pública que se traduzca en mejor calidad de la educación.

¿Cuál va a ser su relación con Esteban Moctezuma, el virtual secretario de Educación Pública?

—He tenido la oportunidad de conocer personalmente a Esteban Moctezuma, hemos conversado en otros años. Cuando se confirme que será el secretario de Educación Pública será buena, entre otras cosas, porque conoce de educación, no le es ajeno el tema y conoce a los maestros.

¿Buscó usted al virtual secretario?, ¿lo buscó él a usted?

—Estamos a la espera, una vez que se entregue al virtual presidente la certificación de que es presidente electo y que se confirme la designación de Esteban Moctezuma, o que el equipo de transición pueda convocarnos.

En el proceso electoral vimos a grupos de maestros apoyando al virtual presidente y a otros a José Antonio Meade. ¿Hay división en el SNTE?

—El sindicato está unido. En el proceso electoral los maestros ejercieron sus derechos políticos como cualquier ciudadano. Hay un reconocimiento a la pluralidad, a la libre militancia. El sindicato se ha mantenido unido y hoy no es la excepción. El principio ha sido respetar a los maestros y que nadie los pueda manipular. En el magisterio tenemos claro, que el valor sustantivo de nuestro sindicato es la unidad de la acción, la pluralidad y ninguna militancia partidista.

El no haber sido parte de la campaña del virtual presidente, ¿marcará la relación entre el sindicato y el próximo gobierno?

—El sindicato como tal no apoya a nadie, los trabajadores no son manipulados, eligieron por quién votar. El sindicato, el logotipo, el lema, los recursos no aparecieron en ninguno de los procesos y en ninguno de los partidos. Creo que en todo caso el gran desafío para quienes asumen la dirección del país es cómo nos cohesionamos, cómo dejamos atrás los términos de la disputa e ir juntos para construir y poner primero a la patria.

Aunque Elba Esther Gordillo esté en prisión domiciliaria, ¿le disputa la dirigencia del SNTE?

—A ella se le sigue un proceso judicial que está vigente. En opinión del área jurídica del sindicato, debo de reservarme cualquier opinión personal de eso, porque cualquier declaración personal que yo haga puede estar vinculada al proceso legal. El Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje nos entregó la toma de nota y por lo tanto la dirección legal y legítima del sindicato es la que actualmente encabezo yo, esa es la realidad.

¿Ella tiene presencia en el liderazgo moral del sindicato?

—Le puedo hablar de que la legalidad y la legitimidad de la actual dirigencia está considerada en la ley. En los últimos cuatro años hemos encontrado respaldo, unidad, fuerza, cohesión.

¿Impacta en el SNTE lo que hicieron las Redes Sociales Progresistas en la elección?

—Los miembros del sindicato, los que sean auténticamente miembros del sindicato, tienen un valor sustantivo desde siempre, la unidad de la acción, el carácter unitario, nacional y autónomo de la organización sindical. Quienes promuevan la fractura, la división, la segmentación o la ruptura de la unidad traicionan al movimiento sindicalista.

¿Ve que Elba Esther Gordillo pueda estar libre pronto?

—De eso sí que no tengo idea.

Hay quienes lo han acusado de haber traicionado a Elba Esther Gordillo, ¿la traicionó?

—Creo que nada puede estar más alejado [de la realidad] que eso. Lo importante es el sindicato, ningún personaje, ni Juan Díaz, es más importante que el sindicato. Yo fui electo presidente del Consejo General Sindical en una sesión de un Consejo Nacional, que es un órgano de gobierno. No fui electo, designado en una oficina gubernamental. Por lo tanto, puedo decir que hemos cumplido, no he traicionado al sindicato en absolutamente nada. Tan lo he cumplido que los maestros me han ratificado, no he traicionado a absolutamente nadie.

En 2013 usted dijo: “yo me voy en 2018” y lo reeligieron. ¿Qué pasó con esa que era una promesa?

—No fui reelecto, se modificaron los estatutos, se establecieron nuevos procesos. No estoy aquí por una vanidad personal o por una intención de prevalecer artificialmente en el cargo, me han elegido los maestros, me han entregado ese mandato y quiero cumplirlo, esa es la razón, no es por vanidad personal.

Reforma lesiva

El SNTE apoyó la reforma educativa hace 5 años, ¿hoy estará del lado de quien la echará abajo?

—Somos corresponsables de impulsar una política educativa que favorezca el desarrollo del país, pero al mismo tiempo que se mantengan vigentes los derechos adquiridos de los trabajadores. En la primera evaluación, donde se centró el debate de inconformidad, dijimos que se eliminara toda visión sancionadora o punitiva que afectara la viabilidad o la certeza laboral. Los maestros no están en contra de la evaluación, lo que queremos es que esa evaluación sea vista como una herramienta de mejora continua, por eso como presidente he planteado la necesidad de modificar la Ley General del Servicio Profesional Docente, que por malas interpretaciones o por sesgos ha lesionado los derechos de los trabajadores.

Entonces, ¿sí fue lesiva la reforma para los maestros?

—Fue lesiva en el sentido de que al aplicar esa ley se ha intentado dejar de lado lo que el derecho laboral mexicano establece. Son cuando menos cinco procesos en los que se han lesionado los derechos de los trabajadores: uno, los instrumentos de evaluación no se corresponden. Segundo, no hubo respeto a los maestros que alcanzaron una plaza para ingresar al servicio o para ascender derivado de un concurso. Tercero, hubo descuentos indebidos. Cuarto, no se ha cumplido con el sistema de desarrollo profesional, y, quinto, hubo casos de ceses injustificados. Eso exige modificar la ley.

¿Modificar o partir de cero?

—Una modificación; eso implica que la normatividad prevalezca como parámetro para generar una mejor educación de calidad con equidad, pero que esto no signifique lesionar los derechos de los trabajadores.

¿A cuántos maestros se afectó?

—En el área jurídica cerca de 300 compañeros solicitaron el apoyo de la organización sindical para ir a los tribunales. En un tercio de esos casos hemos obtenido resultados favorables, pero si lo vinculamos con los más de un millón 200 mil trabajadores que han ido en la evaluación el porcentaje es menor.

¿La CNTE tenía razón cuando dijo que la ley era punitiva?

—La CNTE decía que era punitiva porque condicionaba la permanencia. Hoy ratifico que no puede estar ligada la permanencia de los maestros al sistema, a la evaluación del desempeño.

De la propuesta de llevar la SEP a Puebla, ¿cuál es su opinión?, ¿cómo les va a impactar a los trabajadores?

—Saludo de buena manera las opiniones que he leído de Esteban Moctezuma en el sentido de que sería gradual, ordenada, sistematizada, y eso me parece que es adecuado. Todas las acciones que favorezcan un mejor funcionamiento de la secretaría para cumplir de mejor manera ese anhelo de la sociedad estaremos a favor, con dos características: cuidar los derechos laborales de nuestros compañeros y sus percepciones económicas. De entrada, el mensaje es que no dejaremos a nadie en el camino y mucho menos en la indefensión.

¿Cuántos de ellos estarían en esta condición?

—Deben de ser entre 14 mil y 19 mil compañeros.

¿Cuáles son los requisitos mínimos que el SNTE pide a la próxima administración para el sistema educativo?

—Que se mantenga la apuesta por la calidad y la equidad de la educación. Que se defienda el proyecto histórico de la escuela pública mexicana y, que la evaluación, a la que los maestros no se oponen, elimine de manera definitiva de la ley cualquier visión sancionadora o punitiva, es decir, que no se condicione la permanencia a los resultados de la evaluación.

Además, que sea un instrumento para mejorar el desarrollo profesional de los maestros y se subsane la insuficiencia presupuestal.

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