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El juicio por abusos sexuales contra Harvey Weinstein en Nueva York ha ahondado en la relación entre el productor y una mujer que lo denunció por violación, Jessica Mann, que volvió a ser interrogada por la defensa sobre mensajes o correos en los que parece afectuosa con él.
La abogada de Weinstein, Donna Rotunno, presentó en el juicio un correo de 2016, mucho después de la supuesta violación de 2013 que Mann describió en detalle el viernes, en el que la testigo le dice a Weinstein "Muchas gracias, me siento fabulosa y preciosa, gracias por todo", después de reunirse con él en un hotel.
Mann, cuya denuncia es una parte íntegra de la imputación de cinco delitos sexuales contra el productor en Nueva York, explicó durante el proceso que se reunió con Weinstein en un hotel de Los Ángeles durante años pero apostilló: "Quiero que este jurado sepa que él es mi violador".
Durante el juicio se escuchó una grabación de una consulta de la mujer con una vidente en 2014 en la que le dice que siendo peluquera y actriz en Hollywood tiene que tratar con "sanguijuelas", y sobre Weinstein afirma que este "intenta cruzar límites" pero ella no se lo permite.
Mann terminó su testimonio abordando su salud mental: afirmó que se autolesionaba, que barajó suicidarse y fue diagnosticada por trastornos de pánico y disociación, pero aseguró que nunca perdió "contacto con la realidad".
El jurado ha podido revisar en privado fotos que han sido introducidas como pruebas en el juicio y que mostraban al productor desnudo, previsiblemente para corroborar las descripciones del físico del acusado que hizo la testigo.
Asimismo, una nueva testigo, la actriz italiana Emanuela Postacchini, acudió ayer martes para corroborar un relato sobre cómo Weinstein presionó, supuestamente, a ambas jóvenes para que hicieran un trío sexual con él en 2013.
Postacchini dijo que fue invitada por la empresa de Weinstein a una fiesta en el exclusivo club Soho House en California, donde el productor le presentó a Mann y la citó el día siguiente en un hotel del acaudalado barrio de Beverly Hills.
Allí, Weinstein la invitó a subir en el ascensor a una habitación en la que estaba Mann y les dijo que "hicieran algo juntas" pero, según recordó, la otra mujer salió corriendo al baño y, después de seguirla, se la encontró "llorando en posición fetal en el suelo" e intentó "calmarla".
El juicio continúa este miércoles con el testimonio de una de las supuestas víctimas, Tarale Wulff, pero se espera que la Fiscalía termine de exponer su caso el jueves y a partir de entonces la defensa llame a sus testigos para presentar una versión de las alegaciones que favorezca a su cliente.
