En 1931, casi en paralelo con la película clásica que todos conocen de Bela Lugosi, se rodó la versión al español de Drácula, llevando a la mexicana Lupita Tovar en uno de los roles principales.

Ahora, lo que pasó durante esa filmación, será llevado a la pantalla grande de la mano del guionista Ángel Pulido (Bajo la sal y Eddie Reynolds y Los ángeles de acero), que irá a España a perfeccionar el escrito.

“Es la historia de las condiciones tan difíciles que hubo a la sombra de un clásico en español que estaba borrada de los libros de cine hasta los 90, cuando se encontró una copia”, relata el creativo.

“Esta es una historia apasionante: se filmaba de seis de la tarde a seis de la mañana, con el mismo vestuario y un director que no hablaba español (George Melford, En la selva del terror) a quien le valía muy poco la idiosincracia, no le importaba”, detalla Pulido.

Drácula en español seguía la tendencia de los grandes estudios de la época, en donde, queriendo llegar a nuevos mercados, hacían dos versiones de un filme, utilizando los mismos set y vestuarios, para ahorrar dinero.

Mientras la versión con Lugosi era rodada durante el día, la de Melford aprovechaba el resto de la jornada.

Era también el segundo protagónico de Tovar, quien al año siguiente haría Santa y después Resurrección. Como el vampiro fue contratado el español Carlos Villarías (Gran Hotel, con Cantinflas), mal calificado por la crítica.

“Es una historia sobre la filmación y una especie de biopic de Lupita. Está basada en biografías de ella y en declaraciones. En el blu ray que salió hace cinco o seis años, vienen las dos versiones”, expresa.

En octubre Pulido irá a España a realizar una nueva versión del guión y a mostrar a productores españoles para poder concretar la historia.

El más reciente guión del entrevistado acaba de terminar rodaje.

Lecciones para canalla, dirigida por Gustavo Moheno y quien lleva en los protagónicos a Diana Bovio (Mirreyes vs Godínez), Joaquín Cosío (El infierno) y Danae Reynaud (#LadyRancho), aborda la historia de una pareja de estafadores.

Se espera su lanzamiento comercial para mediados de 2020.

“Ya que es una película que va a jugar con las reglas de las historias de estafas, había que tener a alguien que se viera entre las reglas de lo moral e inmoral, no se quería a un malo y antipático y Joaquín era el exacto. “Al final es como el juego de dónde quedó la bolita, que la gente se sienta estafada y se pregunte en qué momento fue, al no darse cuenta”, expresa.

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