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Ser un miembro activo del Ejército Mexicano implica un gran compromiso con la nación, disciplina y ausentarse de la familia cada que sea necesario por trabajo, es algo que tienen claro los familiares de los militares, sin embargo, no es un impedimento para que puedan ejercer de manera responsable su paternidad.
Pablo De Sales García, capitán segundo de infantería con base en San Luis Potosí, es uno de los ejemplos en los que se puede ser un padre responsable y al mismo tiempo cumplir con las labores que le demanda ser miembro en activo de la Secretaría de la Defensa Nacional.
En entrevista para EL UNIVERSAL San Luis Potosí, el capitán segundo de infantería, comentó que pertenece al Ejército Mexicano desde hace 18 años, sin embargo, hace nueve se convirtió por primera vez en padre de una niña y hace cinco de un niño, quienes sueñan con ser militares una vez que crezcan para seguir, con orgullo, los pasos de su papá y convertirse en héroes.
Pese a que es complicado combinar su paternidad con lo demandante de su trabajo diario, intenta mantenerse presente para sus hijos en cuanto a lo emocional, temas de la escuela y su desarrollo, a través de llamadas y tiempo de calidad cuando descansa de sus labores.
“Es un poco difícil, sin embargo, ellos (sus hijos) entienden esa parte de que es un trabajo y que tenemos que servir a la patria como mexicanos, lo entienden. Es difícil la separación sobre todo cuando salimos de la ciudad, pero cuando regresamos y nos dan los días de franquicia tratamos de aprovechar al máximo con ellos, darles un tiempo de calidad, jugar con ellos, escucharlos y atenderlos en sus inquietudes que tengan, en la escuela y todo”, comentó.
De Sales García, es le primer militar en su familia, por lo que el hecho de que sus hijos y familia estén orgullosos de él, pese a estar ausente en fechas importantes como Día del Padre, navidades, o cumpleaños, lo motiva a seguir cumpliendo con su deber para la seguridad de la ciudadanía como militar.
“Sí es difícil en cuestiones que son fechas importantes, pero es parte de nuestra responsabilidades, es algo que nos exige y para lo que estamos aquí y lo hacemos con orgullo. La experiencia que tenemos como familia, porque siempre han estado conmigo a donde yo voy, siempre me van siguiendo, es que también se van acostumbrando a esa parte ( de la ausencia en fechas importantes) y ellos comprenden”, agregó.
Con un brillo especial en sus ojos, reconoció que le gustaría que en un futuro sus hijos pudieran seguir sus pasos y ser parte de las Fuerzas Armadas Mexicanas, pues dijo que cada que lo visitan a las zonas militares en las que ha estado como Chiapa, Ciudad de México, Mazatlán o San Luis Potosí, les llama la atención la convivencia que hay entre soldados, así como que se han ido acostumbrando al ritmo de vida que requiere ser hijos de militares.
Este Día del Padre, hizo un llamado a los padres a involucrarse y convivir con sus hijos a través de tiempo de calidad para conocer sus necesidades y hacerlo con felicidad, “si les damos una buena educación, somos atentos con ellos cuando podamos estar, lo van a agradecer”.
